De acuerdo con diversos informes, la NSA habría espiado de forma ilegal a miles de ciudadanos estadounidenses durante los últimos tres años por medio de sus correos electrónicos.
Este espionaje es considerado como una violación directa a la constitución norteamericana y los derechos civiles
de los ciudadanos en dicho territorio, además que ninguna de las
personas involucradas o de las comunicaciones interceptadas tenía que
ver con planes terroristas.
Según los documentos hechos públicos por el director de la agencia gubernamental James Clapper, aproximadamente 56.000 correos fueron interceptados
dentro del territorio estadounidense desde el 2011, pero aparentemente
no tenían cómo clasificar datos foráneos de datos nativos.
Para
tratar de separar unos de otros, se buscó extrapolar los datos y
determinar cuáles eran correos y cuál era la procedencia del
destinatario o del emisor del mensaje: una razón poco creíble
ya que los contenidos de un correo y los datos de un usuario en la
mayoría de casos no garantizan saber la nacionalidad o la localización
geográfica de una persona.
El método utilizado por la NSA fue
declarado como no constitucional por la Corte encargada de cumplir la
Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA) ya que era más
que posible recopilar información de personas que no tenían nada que ver con lo que los investigadores estaban buscando. ¿Lo peor?
Después
de recopilar toda esa información, los analistas gubernamentales no
eliminaban los mensajes limpios de toda culpa sino que los guardaban,
algunos hasta por cinco años.
El fallo de la corte, que data del 2011, le sugería a la NSA hacer más para reducir la recopilación de información de ciudadanos estadounidenses
dentro del territorio y se preguntaban además porqué el gobierno no ha
demostrado que sería mejor limitar el acceso a la información a un grupo
más pequeño de personas especializadas en este tipo de operaciones.
Se
le permitió a la NSA recopilar información como lo había hecho
anteriormente pero fueron obligados a revisar cómo la recogian y
guardaban. Además, se considero que la agencia había estado cerca de
mentir por emitir información erronea sobre los datos de usuarios norteamericanos. Una revisión de los datos en 2012 determinó que las violaciones a la privacidad continuaban rampantes.
Esta
semana se anunció la creación de un grupo que revisaría las capacidades
de recolección de la agencia. La orden vino del propio presidente Barack Obama y el grupo deberá determinar si las tecnologías de la NSA protegen los intereses nacionales a la vez que mantienen la confianza del público.
Las
revelaciones son apenas un paño de agua tibia después de conocerse la
existencia del programa ultra secreto conocido como XKeyscore que
monitorea casi todo lo que se hace online. ¿La fuente? Edward Snowden, naturalmente.
Obama, al igual que otros políticos de su país, ha defendido la existencia de programas de espionaje asegurando además que los mismos han prevenido ataques terroristas e invita a un debate sobre los mismos.
Fuentes: The Verge, Mashable.
por
Claudia del Castillo
- Redactora
Tomado de
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