El programa del gobierno estadounidense encargado de estudiar la
ionósfera, el High Frequency Active Auroral Research Program (HAARP),
protagonista de las más incisivas y desaforadas conspiraciones en los
últimos años, ha sido clausurado al menos temporalmente.
Aparentemente capaz de modificar el clima –al menos de generar
auroras– utilizando frecuencias elecromagnéticas, a HAARP se le ha
acusado de provocar desastres naturales tan lejanos como el tsunami de
Japón, el huracan Katrina o el terremoto de Haiti. Miles de
conspiranoicos vigilaban constantemente las acciones de HAARP, radares
satelitales y complicadas anomalías, en espera de encontrar la elusiva
prueba de que se trataba de un arma meteorológica.
Hace unos días el director administrativo de HAARP, Dr. James Keeney,
dio a conocer que las instalaciones de HAARP han estado cerradas desde
mayo, debido a falta de fondos. HAARP podría cerrar definitivamente si
ninguna agencia gubernamental tomas las riendas y dirige presupuesto.
En otoño DARPA tiene programado completar una investigación sobre
fenómenos magnetosféricos y tormentas eléctricas, por lo que abre cierta
esperanza de que HAARP sea reinstituido. Por el momento todos los
caminos se encuentran cerrados bajo vigilancia. El costo de mantener a
HAARP operando a máxima capacidad es de 500 mil dólares por 10 días.
¿Será este el fin de las conspiraciones sobre alteraciones
climáticas y armas misteriosas? Seguramente los partidiarios de las
teorías de conspiración encontrarán alguna explicación para el cierre de
HAARP, la más obvia que el gobierno busca distraer la atención,
quitándose la presión de las sospechas que se había vuelto quizás un
tanto incómodas y reanudando su investigación sobre armas climatológicas
en otro lugar –o que todo se trata de una fachada para poder operar sin
atención mediática. Lo que tal vez sea cierto es que la mala prensa que
recibió HAARP pudo haber sido una de las razones por las que se
descontinuaron los fondos.
Tomado de http://www.urgente24.com
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