Más de 600 personas, entre
ellas civiles, han perdido la vida desde mediados del pasado septiembre
en la ciudad siria de Kobani (Ain al-Arab, en árabe), como consecuencia
de los enfrentamientos entre las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo
(YPG, en kurdo) y el grupo takfirí EIIL.
Según ha informado este jueves el denominado Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), entre las víctimas figuran 20 civiles kurdos, 358 miembros de YPG y otros combatientes kurdos, así como 374 elementos del EIIL (Daesh, en árabe).
Mientras tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció el miércoles que desde el pasado 25 de septiembre un total de 7318 personas han llegado a Irak, huyendo de Kobani debido a los crímenes violentos del grupo terrorista Daesh.
Desde el inicio de las ofensivas de EIIL a Kobani, los combatientes kurdos han logrado repeler varios ataques de este grupo e hicieron retroceder a los elementos terroristas de varios barrios bajo su control.
De acuerdo con el funcionario kurdo, Idriss Nassan, el grupo Daesh ha perdido en los recientes días el control de más de 20 % de la ciudad fronteriza siria, cerca de la frontera con Turquía.
El Gobierno sirio y los activistas kurdos acusan a Turquía de ayudar al EIIL a la hora de atacar a Kobani con el fin de eliminar la presencia kurda en la región e imponer un área de amortiguación protegido por zona de exclusión aérea en el norte de Siria.
El pasado mes de julio, el diario turco 'Aydınlık' reveló que el ataque realizado el pasado junio por el EIIL contra la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, fue planificado en reuniones y encuentros a puertas cerradas en la ciudad turca de Estambul y bajo la supervisión del servicio de Inteligencia turco.
Turquía, cuya frontera tiene pocos kilómetros de distancia con Kobani, se abstiene de respaldar a las fuerzas kurdas e incluso no deja que los voluntarios kurdos en Turquía crucen la frontera para socorrer a sus compañeros cercados por el EIIL.
El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, informó el miércoles que solo los refugiados sirios tendrán permiso de cruzar las fronteras de Turquía hacia Siria para luchar contra los terroristas de EIIL en la ciudad de Kobani.
"No dejamos que los ciudadanos turcos entren en Siria porque no queremos que sean parte de este conflicto. Estamos tratando de detener a aquellos que intentan cruzar las fronteras de manera ilegal", aseveró el premier turco.
La posición de Turquía ante la situación en Kobani ha provocado varias protestas durante los últimos días en varios países del mundo, incluso en el territorio turco donde los manifestantes exigen que Ankara tome medidas para frenar los avances de Daesh.
El grupo takfirí EIIL, con miles de integrantes europeos y estadounidenses en sus filas, controla varias zonas del norte de Siria, desde donde pudo, en el mes de junio, infiltrarse en el territorio iraquí, apoderándose rápidamente de algunas partes de ese país árabe.
Los integrantes de este grupo takfirí son responsables de crímenes de lesa humanidad contra todos los grupos étnicos y religiosos, incluidos chiíes, suníes, kurdos y cristianos, en su avance en Irak y Siria. HispanTV
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