No bastan muchos
argumentos para caracterizar el servilismo USA de la mercenaria Berta Soler,
cabecilla del grupúsculo Damas de Blanco. En una reciente entrevista concedida
a EFE en Washington durante su estancia en esa ciudad en ocasión de celebrarse
el 157 período de Sesiones de la CIDH, algunas de sus opiniones ponen al
desnudo su falta de tacto político, su total entrega a los dictámenes foráneos
y su desdén hacia nuestra soberanía.
Las frases enunciadas
por ella son una pieza clásica de irrespeto hacia su propia nación:
"Queremos que
el Gobierno estadounidense condicione al Gobierno cubano y lo que estamos
viendo es que el cubano es el que condiciona, y públicamente, con el embargo,
la base naval de Guantánamo, mientras el estadounidense da concesiones y cosas
a cambio de nada".
"Realmente el oponernos no es porque no queremos que
tengan ambos gobiernos relaciones, es de la forma que se está llevando, hay muchas concesiones que el Gobierno
norteamericano da a cambio de nada y cuando hay un negocio ambas partes tienen
que condicionar y van cediendo a medida que van negociando".
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