Lawrence Sánchez |
Hoy se especula sobre la
implicación de la CIA y el MI6 inglés en una operación negra (Black Op) cuyo
objetivo fue el asesinato de la parlamentaria británica Jo Cox y el intento de
asesinato del aspirante presidencial norteamericano Donald Trump. Según las
fuentes aparecidas en internet, los sicarios implicados en estos hechos –Thomas Mair y Michael Sanford,
respectivamente– han sido vinculados a una institución hospitalaria militar del
Reino Unido y con la presencia cercana al mismo parte de Lawrence
Sánchez, un operativo de alto nivel de la CIA, quien viajó en abril de 2015
desde la base aérea McGuire, en Nueva Jersey hasta la base aérea británica de
RAF conocida como Lakenhead.
Como se sabe, Cox fue
asesinada el 18 de junio pasado por Mair, en Birstal, West Yorkshire, en el
Reino Unido: Apenas dos días después Sanford trató de asesinar a Trump en Las Vegas,
Nevada.
Sánchez ha trabajado
en diferentes proyectos clasificados para la CIA y el Pentágono desde el 2012 en
la 87ª
Medical Group, situada en Base Aérea McGuire, sobre todo en proyectos de guerra
biológica.
Datos de inteligencia ubican a Sánchez junto a
operativos del MI6 en el hospital militar conocido como Alianza
Lincolnshire y donde se experimenta con tratamientos especializados a
soldados y espías con afecciones cerebrales.
Lo sorprendente del
caso en cuestión es que tanto el asesino de Jo Cox como el sospechoso de
intentar asesinar a Trump fueron pacientes de alta seguridad en esa instalación
hospitalaria. Luego de la visita de Sánchez ambos fueron puestos en libertad o
alta hospitalaria. Sanford viajó con Sánchez a la base aérea de McGuire.
En el caso de Mair
parece ser que la CIA y el MI6 los supervisaron hasta que asesinó a Jo Cox. Sin
embargo, se sabe que Sánchez fue quien entrenó a ambos operativos para cometer
los asesinatos.
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