El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió hoy a los
líderes de seis países del Golfo Pérsico que su país está "preparado"
para defenderlos ante amenazas externas, pero no habrá un tratado formal
de seguridad mutua, como algunas de esas naciones buscaban.
Rhodes argumentó que ese tipo de tratados implican un proceso "muy
complicado" y "muy largo", y anotó que para lo que Estados Unidos está
"preparado" ahora mismo es para comprometerse a defender y estar al lado
de esos países ante "amenazas externas".
Algunos de los seis países que asisten a la cumbre (Arabia Saudí,
Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Catar, Omán y Baréin) buscaban un
compromiso de Obama para iniciar un tratado de defensa mutua, como
reconoció Rhodes, pero ya desde hace unos días la Casa Blanca había
dejado entrever que eso no iba a ser posible.
El asesor de Obama detalló que la cooperación que está ofreciendo
EE.UU. está centrada en ayudar a que esos países tengan unos sistemas
antimisiles "mejor integrados" y a que interactúen más entre ellos en
cuestiones de defensa, así como en otros asuntos "que también importan"
como la ciberseguridad y la lucha contra el terrorismo.
Asimismo, Rhodes dejó claro que EE.UU. no va a "hacer uso" de su
cooperación en seguridad para "tratar de forzar cambios" en los sistemas
políticos de esos países, aunque advirtió de que parte de esa ayuda
puede quedar "en suspenso" en caso de preocupaciones sobre su posible
utilización para acciones represivas.
Obama y los líderes árabes que asisten a esta cumbre, que se inició el
miércoles por la noche con una cena en la Casa Blanca, están celebrando
hoy en Camp David tres sesiones de trabajo a puerta cerrada, centradas
en las negociaciones nucleares con Irán y los conflictos en Yemen, Irak,
Siria y Libia.
Por la tarde, al cierre de la cumbre, Obama ofrecerá una conferencia de prensa antes de regresar a Washington.
La cancelación, casi a última hora, de la participación del rey Salman
de Arabia Saudí en la cumbre ha sido interpretada por algunos analistas
como un desplante a Obama y un signo más de las desavenencias
bilaterales sobre la política en Oriente Medio.
Además, de los seis países invitados, únicamente Kuwait y Catar han enviado a sus jefes de Estado.
Al ser preguntado por un periodista sobre cómo "restaurar" en esta
cumbre la confianza en EEUU que, según varios analistas, los líderes del
Golfo han perdido, Rhodes dijo que lo único que Obama puede hacer es
ser "muy claro" sobre sus intenciones y políticas, con las que algunos
no estarán de acuerdo.
En el caso de las negociaciones nucleares con Irán, vistas con recelo
por esos países, Rhodes afirmó que el mensaje que Obama quiere
transmitir es que esa estrategia "es preferible" a cualquier otra
alternativa para la región.
Más allá de las negociaciones nucleares, los aliados del Golfo están
también preocupados por la prioridad que creen que está dando EEUU a la
relación con Irán dentro de su política hacia la región. EFE
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