El
proyecto ICLEP fue fundado en el 2012 por el mercenario residente en EUA Normando
Hernández González, bajo el patrocinio de la Fundación Nacional para la
Democracia (National Endowment for Democracy (NED), la Fundación De la Peña,
ambas de EUA, y la fundación noruega Fritt Ord. Las fuentes de financiamiento,
por supuesto, provienen desde EEUU y Europa, estando dirigidas a la manipulación
ponzoñosa de la realidad cubana.
ICLEP (accesible en la dirección http://iclep.org/) se presenta
como una ONG sin fines de lucro, cuyo objetivo principal es “promover la
libertad de expresión y prensa dentro de Cuba”, para lo cual “crea medios de
comunicación comunitarios para realizar un periodismo ciudadano con y para los
cubanos de la Isla, y así potenciar las habilidades individuales y colectivas
de los ciudadanos hasta el nivel de empoderarlos para que, mediante sus
autogestiones, mejoren sus condiciones de vida, puedan decidir su propio
destino y dominen el medio que los rodea, en vez de continuar sometidos a él”.
ICLEP tiene su sede en Hialeah, la Florida, y su
directiva está integrada por:
·
Normando Hernández, director general
·
Anna Kushner, directora para América
·
Henrik Hovland, director para Europa
·
Angélica Mora, directora de Publicación, chilena, reside
en New York.
·
Horacio J. Piña, director Administrativo
·
Raúl L. Risco Pérez, director ejecutivo en Cuba
Dentro de Cuba, ICLEP tiene una estructura organizativa y directiva, con un Director
Ejecutivo, estatutos, código de ética y política editorial, así como directores
de proyectos y de publicaciones, estos últimos dirigen los diferentes boletines
informativos de 8 provincias del país. Además cuenta con “periodistas ciudadanos”
que conforman la membrecía, que unido a los diferentes directores son los
máximos responsables de organizar y realizar todo el trabajo comunicacional.
Aunque refieren que cualquier
ciudadano o grupo que desee participar en los medios creados por ICLEP tienen
las puertas abiertas y las páginas de los boletines para escribir sus historias
personales o colectivas, y/o proponer soluciones a los conflictos de la
comunidad, está claro que sus publicaciones tienen una finalidad para promover
una distorsión manipulada de la realidad cubana y solo se aceptan aquellos que
se prestan a tan malsana finalidad.
Una de las misiones del ICLEP es destinar recursos a la capacitación
y entrenamiento de los llamados periodistas ciudadanos agrupados en diferentes
medios –un total de 8 publicaciones: Panorama Pinareño (Pinar del Río); Cimarrón
de Mayabeque (Mayabeque); El Majadero de Artemisa; Amanecer Habanero (La Habana); Cocodrilo
Callejero (Matanzas); El Espirituano (Sancti
Spíritus); Luz Camagüeyana (Camagüey); y Voz Santiaguera (Santiago de Cuba) – los que reciben
sistemáticamente el financiamiento para la publicación de sus libelos
tendenciosos en formas de boletines que tratan de distribuir dentro de las
comunidades.
Dentro de ICLEP se
destacan connotados elementos contrarrevolucionarios ubicados en diferentes
provincias del país y muchos de los cuales han viajado al exterior para recibir
entrenamiento de la NED y otras tapaderas de la CIA, involucradas en la guerra
mediática anticubana. Entre ellos sobresalen Martha Beatriz Roque Cabello, Dania
Virgen García, Jorge Alberto Liriano Linares, Jorge Olivera Castillo, Jorge
Bello Domínguez, José Daniel Ferrer García, Vladimir Turró, Damaris Moya Portieles,
Raúl Risco Pérez, Egberto Ángel Escobedo Morales, Yaxys Cires Dib, Manuel
Cuesta Morúa, entre otros. Su participación se circunscribe a desempeñar indistintamente
el papel de generadores de noticias, distribuidores, así como a coordinar el
financiamiento y apoyo de otros centros neurálgicos de la guerra ideológica
anticubana como Freedom House, Diario de Cuba, Martínoticias, Amnistía
Internacional, UN Watch, Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH),
el diario español El Mundo, CubaNet, Human Rights Foundation, Reporteros Sin
Fronteras, la española Centro de Información y Documentación de Estudios
Cubanos, Canal internacional de noticias NTN24 (proyecto de RCN televisión), Human
Rights Watch, TeleMadrid, CNN en Español, entre otros.
El apoyo
desproporcionado que recibe este proyecto desde el exterior, la disfrazada agresividad
subversiva, así como su refinada forma de actuar, expresan no solo la perversa
intencionalidad de sus promotores y ejecutores, sino también una forma
peligrosa de intentar minar a la sociedad cubana desde dentro con un discurso
inteligente y bien pensado, el cual debe ser desmontado con la verdad
revolucionaria a nivel de las comunidades y de la sociedad cubana en general.
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