Después de las
mendacidades sobre las “armas de destrucción masiva” de Saddam Hussein –que no
existieron y sólo sirvieron de coartada para saquear el petróleo de Iraq–, las
17 agencias de espionaje de EUA –al unísono del MI6 británico y el Mossad
israelí– quedaron lisiadas y desacreditadas, no se diga por las cábalas del
11/9 y el control cibernético global del National Security Agency (NSA) que
reveló Snowden, asilado en Rusia.
En un clásico
operativo de inmundicia triangulada, el portal BuzzFed difundió a destiempo un
fétido “documento”, verdadero libelo sin evidencias, donde Trump queda como
vulgar títere de Putin, quien “supuestamente” lo chantajea con inexistentes
videos comprometedores de depravación sexual (“Kompromat”) inspirados por el
Marqués de Sade. El israelí-italiano-estadounidense Jonah Peretti es cofundador
de BuzzFeed y The Huffington Post, vinculado a Soros.
El libelo fue
redactado en forma “filantrópica (sic)” por el ex espía británico del MI6 en
Moscú, Cristopher Steele, hoy escondido, financiado por el partido Demócrata y
un sector del partido Republicano anti-Trump: “consultor” de Orbis Business
(sic) Intelligence, “sub-contratada” por la mancillada consultoría Fusión GPS
que se alquila sin escrúpulos.
El pestilente libelo
fue entregado al pugnaz senador John McCain, supremo promotor de las guerras
vistas como negocio, desde Ucrania hasta Siria, y cuya fundación Reform
Institute es financiada por el rusófobo George Soros.
McCain, quien
obstruye el acercamiento entre EUA y Rusia, obsequió la explosiva bomba al
atribulado James Comey, director del FBI, en coordinación con el influyente
congresista mormón (¡ojo!) del partido Demócrata, Harry Reid, quien se jubila
estos días, no sin antes cobrarse facturas. Gran Bretaña (GB), en su
reacomodamiento con China mediante el Brexit, busca sabotear el acercamiento de
Trump con Putin que la dejaría en la orfandad geopolítica y rezagada en su
otrora “relación especial” con EUA.
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