Un
sitio de internet
deja entrever la posibilidad de que el abominable ataque terrorista contra un
centro nocturno de orgullo gay en Orlando, así como el asesinato de la cantante
Christina Grimmie, hayan sido parte de una operación combinada llevada a cabo
por un comando de una compañía de seguridad privada identificada como G4S, uno
de los mayores contratistas del gobierno federal de Estados Unidos –a partir
de los ataques terroristas del 11 de
septiembre de 2001– sobre todo con el Departamentos de Seguridad Nacional (DHS)
y el Departamento de Estado norteamericanos.
Detrás de estos
hechos, según el sitio en cuestión, podría estar una conspiración que apunta a
los aspirantes presidenciales en EEUU, particularmente a la candidata demócrata
Hillary Clinton, quienes estarían jugando con las intenciones de votos de las
comunidades gays en esa nación.
Tanto el asesino de
Grimmie como el ejecutor de la matanza en el club nocturno Pulse –identificados
como Kevin James Loibl y Omar Siddiqui Mateen, quienes realizaron sus actos
criminales el 11 y el 12 de junio, respectivamente– parecen haber sido parte de
un comando secreto de la compañía de seguridad G4S, integrado por otros
operativos no identificados en el terreno.
El sitio identifica a
los asesinos como contratistas de G4S –la que maniobra en más de cien países–
que operaban en La Florida, cumpliendo misiones encubiertas y actividades de
seguridad bajo un hermético control. Sobre esta compañía pesan serias sospechas
de haber estado vinculadas a operaciones negras de la CIA, relacionadas con
contrabando de drogas, armas y personas.
No resultó inusual
que ambos operativos de G4S estuvieran implicados en una operación
encubierta en forma de simulación, realizada en la ciudad de Tampa, en La
Florida, en que actuando como supuestos terroristas intentarían
secuestrar al alcalde de esa ciudad.
El sitio vincula de
alguna forma a Mateen con Tamerlán
Tsarmaev, uno de los terroristas participantes en el atentado terrorista del
2013 contra la maratón de Boston. A la par, se sospecha que Mateen haya sido
parte de una red de envío de dinero de la CIA hacia terroristas en Afganistán,
país en que el que referido terrorista había estado en siete oportunidades en
los últimos cinco años.
El sitio revela que
la inteligencia rusa había identificado a Kevin James Loibl como parte del
comando que dirigía Mateen. La muerte de Loibl, aunque se maneja públicamente
que fue resultado de un forcejeo y ulterior disparo con el hermano de la
cantante Grimmie, fue realmente provocada por un disparo en la cabeza por un
francotirador del mismo operativo encubierto del G4S.
Aunque el FBI fue
alertado por los servicios rusos sobre la conspiración que incluía a operativos
secretos del G4S, monitoreados por ellos, los federales no dieron una respuesta
a la alerta enviada.
La presencia
imprevista de la fuerza policial de Orlando parece haber impedido con su
presencia que el número de asesinados en Pulse fuera aún mayor que como estaba
previsto en la operación de falsa bandera que involucró al G4S.
La conspiración anti
gay llevada a cabo en Orlando por este comando secreto del G4S –nótese que supuestamente
la fallecida Grimmie parecía tener una relación lésbica con la cantante Selena
Gómez– fue resultante de una perversa intención política que debe ser
profundamente investigada.
Lo sorprendente de
todo es que ni el FBI ni otro órgano de contraterrorismo en EEUU haya detectado
en apariencia los planes terroristas de los implicados, incluso habiendo tenido
archivos y entrevistas previas con los mismos. Todo indica que nadie parece
haber visto la peligrosidad de los mismos.
A todas luces estos
hechos plantean la posibilidad de haber sido el fruto de una operación de
bandera falsa.
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