Los activistas estadounidenses por la defensa de los
derechos humanos obtuvieron recientemente un sorpresivo triunfo al dictaminar
en abril de 2013 el juez federal J. Phyllis Hamilton, del distrito norte de
California, que el Pentágono no tenía motivo alguno para negarse a liberar los
nombres de los entrenadores y entrenados de la repudiada Escuela de las
Américas, ahora Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica
(SOA/WHINSEC, por sus siglas en inglés).
La SOA/ WHINSEC fue establecida en Panamá en 1946 y luego
trasladada a Fort Benning, en el estado de Georgia en 1984. La SOA ha sido
siempre identificada como "una base para la desestabilización en América
Latina" y conocida en Latinoamérica como
"La Escuela de Asesinos". La historia confirma estos
apelativos y los motivos por los que el gobierno estadounidense siempre ha
tratado de mantener con un bajo perfil público a esta oprobiosa institución
militar.
Se cuentan por cientos de miles los latinoamericanos
torturados, violados, asesinados, desaparecidos, masacrados o forzados al
exilio de sus países por militares entrenados en la SOA/WHINSEC. Los entrenados
en ese centro destacan como cazadores de líderes estudiantiles, obreros y
campesinos; educadores, religiosos, y toda persona que luche o abogue por los
derechos de los desposeídos.
Esta escuela ha sido conectada siempre con la formación
de los temibles escuadrones de la muerte, los torturadores y los dictadores
militares del continente. En sus más de sesenta años de existencia, la
SOA/WHINSEC ha entrenado alrededor de 60.000 soldados y policías
latinoamericanos en técnicas de combate, inteligencia militar, tácticas de
comando y técnicas de tortura. Un promedio de mil graduados suyos salen de sus
aulas cada año para continuar dejando sus estelas de sangre y tormento en los
países donde realizan su “trabajo”.
En la actualidad, el Pentágono maniobra fuertemente por
revertir el fallo del juez Hamilton a fin de continuar manteniendo en secreto
los nombres de los graduados de la SOA/ WHINSEC, así como los de los
instructores.
La decisión del gobierno de Estados Unidos de apelar
contra el acto judicial que pretende impedir el secretismo en las actividades
de la SOA/ WHINSEC contradice anteriores afirmaciones del Presidente Obama en
el sentido de que su administración habría de ser la más transparente en la
historia de Estados Unidos.
Un destacado papel en la vigilancia, desenmascaramiento y
condena púbica de la oprobiosa Escuela de las Américas ha sido el desempeñado
por SOA/WATCH, organización no gubernamental que en 2004 hizo público una
compilación con los nombres, cursos, rangos, países de origen y las fechas en que asistió a la
escuela cada soldado e instructor en la SOA/WHINSEC.
SOA/WATCH tenía acceso a aquella información en virtud de
que su acreditación como ONG en el Congreso le facilitaba estos datos
proporcionados por la Escuela le al legislativo. Pero, a partir de esta
circunstancia, la Escuela se ha negado a continuar revelando al Congreso
información sobre estudiantes o profesores en sus cursos.
En 1996, SOA/WATCH dio a conocer los textos de los
manuales de entrenamiento que se usan en la escuela. En ellos se advierte que
el Pentágono ampara métodos de extorsión, técnicas de tortura y las ejecuciones
extrajudiciales.
Cientos han sido los alumnos de SOA/WHINSEC que han sido
implicados en violaciones de los derechos humanos y la formación de escuadrones
de la muerte. Once dictadores militares latinoamericanos, incluyendo a Jorge
Videla de Argentina, Hugo Banzer de Bolivia y el General Efrén Ríos Montt, de
Guatemala, asistieron a la escuela. Graduados de la SOA participaron en el
intento de golpe de estado de 2002 en Venezuela y el golpe de estado de 2009 en
Honduras y continúan involucrados en la represión en Colombia, Honduras, México
y América Latina.
El caso irá al noveno circuito de la Corte de Apelaciones
de Estados Unidos, con jurisdicción sobre el distrito norte de California. SOA
Watch defenderá allí el valor de la transparencia y el derecho del público a
conocer la verdad por encina del secretismo que pretende imponer el Pentágono.
SOA Watch ha convocado a una vigilia a las puertas de
Fort Benning, Georgia, donde radica la Escuela, del 22 al 24 de noviembre de
2013.
La organización ha declarado que continuará llevando esta
lucha por la justicia y la transparencia a los pasillos del Congreso, y la
seguirá por todo el sistema judicial hasta la Corte Suprema, si fuera
necesario.
Necesitamos cambiar la cultura del secretismo, la
violencia y la dominación y crear una cultura de justicia y paz para hacer
imposible la existencia de lugares como la Escuela de las Américas, declaró el
fundador de SOA Watch, padre Roy Bourgeois.
Por Manuel E. Yepe
Agosto de 2013.
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