El príncipe heredero adjunto saudí, Mohamad bin Salman (derecha), junto al principe heredero (centro), Mohamad bin Nayef y el excanciller fallecido saudí, Saud al-Faisal. |
La tragedia suscitada cerca de La Meca es la
secuela de una guerra por el poder en el seno de la familia real saudí,
revela un funcionario de este país árabe.
El asesor del ministro
saudí de Educación Superior, Abdolá al-Maqrun, citado el sábado por
medios locales, reveló que la falta de organización en los ritos del
Hach de este año se debe a la “intensificación de la disputa por el
poder en el seno de la familia real saudí”.
Lo sucedido el jueves
en Mina no es la única tragedia que ha ensombrecido el Hach de este año,
pues el 11 de septiembre (2015) la caída de una grúa en la Mezquita
Al-Haram, en La Meca, dejó más de cien muertos y centenares de heridos.
Para
el funcionario saudí, la aglomeración mortal y otros incidentes en el
Hach de este año han sido tramados por el príncipe heredero adjunto
saudí, Mohamad bin Salman, en contra del príncipe Mohamad bin Nayef bin
Abdulaziz Al Saud, heredero directo al trono del país árabe y el
encargado de gestionar el peregrinaje musulmana a La Meca.
“Teniendo
en cuenta las diferencias políticas existentes en el seno de la familia
real, lo acaecido en Mina puede haberse tratado de una conspiración
organizada con el fin de ocasionar la destitución del actual príncipe
heredero y así abonar el terreno para que Mohamad bin Salman se
convierta en el sucesor del rey saudí”, denunció Al-Maqrun.
Para
Al-Maqrun, las ambiciones de poder y la guerra interna en la casa saudí
segó la vida de esos peregrinos en la fiesta del Sacrificio.
Las
afirmaciones de Al-Maqrun coinciden con un reciente informe que
evidenció que fue el paso sorpresivo del convoy del príncipe heredero
adjunto saudí por Mina, lo que ocasionó la tragedia más mortífera en el
Hach durante las últimas dos décadas.
Las tensiones en el seno de
la monarquía árabe han ido aumentando progresivamente tras
el fallecimiento del anterior rey saudí y el traspaso del poder a
personas próximas al nuevo monarca, Salman bin Abdulziz.
El rey saudí, Salman bin Abdulaziz al-Saud, y su hijo Mohamad bin Salman. |
Hace una semana, un miembro de la familia real saudí urgió la realización de una reunión de emergencia para reemplazar al rey saudí, con el fin de salvar el reino árabe de una “debacle del Estado”.
Mohamad
bin Salman, aún no cumplido los 30, y ya funge del ministro de Defensa,
jefe de la Corte del Rey y presidente de una comisión encargada del
desarrollo económico.
Mientras, Mohamad bin Nayef, de 55 años de
edad, acumula los cargos de ministro del Interior, presidente de un
comité responsable de la seguridad y la política exterior, así como el
encargado de administrar los rituales del Hach.
Fuente: Agencias/http://radiomacondo.fm
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