Diversas fuentes
han señalado un evento inusitado: la Agencia Central de Inteligencia de Estados
Unidos (CIA) ha comenzado a pasar información sensible a los servicios de
inteligencia rusos, particularmente al Servicio
de Inteligencia Exterior (SVR), obtenida mediante inteligencia en el terreno e
información satelital sobre las actividades del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL /
ISIS) en Siria.
La fuente inicial
de esta información fue el periódico alemán Bild am Sonntag, el que hace
alusión a un encuentro secreto entre las inteligencias norteamericanas y rusa
el pasado 16 de septiembre. La justificación aparente es un espontáneo y dudoso
espíritu de cooperación de la parte estadounidense, sobre todo para evitar
supuestas interferencias entre las actividades rusas y de la OTAN en la zona,
aunque se sospecha que EEUU ha sido incapaz de controlar la actividad del ISIS
con su apoyo a otros grupos rebeldes.
A pesar de que EEUU
ha gastado hasta ahora 500 millones de USD para entrenar a otros grupos rebeldes,
hasta el momento solo hay 5 de ellos en sus campos de entrenamiento y el dinero
recibido no ha estimulado las alianzas esperadas.
Otro elemento para entender
es el incontrolable flujo de refugiados hacia Europa, lo que sirve de tapadera
para el ingreso de potenciales terroristas.
Obama tuvo que
recular con respecto a sus declaraciones del pasado 11 de septiembre en que
cuestionó la estrategia rusa para enfrentar al terrorismo en Siria. No pudo
pasar por alto que la intervención rusa –a diferencia del injerencismo
norteamericano y de la OTAN-, obedece a a un pacto de defensa de larga data
establecido entre Siria y Rusia, el cual ha tenido que reconocer como válido.
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