Las redes sociales y
medios de prensa especulan sobre un deterioro en el estado de salud de la
candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, según reseña hoy Rusia
Today. Particularmente, parte de esa ofensiva mediática parte de adeptos a
su contrincante, Donald Trump. No obstante, un sitio especula sobre
el hecho de que, hace tres días, varios equipos del Servicio Secreto se han
apresurado a visitar y coordinar el ingreso de una persona de alta importancia –presumiblemente
la aludida– alternativamente en uno de los tres mejores hospitales
norteamericanos que cuentan con prestigioso equipos de Neurología y
Neurocirugía: el Hospital de la Universidad Presbiteriana (Nueva York), el
Hospital Johns Hopkins (Baltimore, Maryland) y el Massachusetts General Hospital (Boston).
Para nadie es un
secreto que Hillary Clinton sufrió públicamente dos convulsiones y se vio
afectada de hacer prolongadas apariciones en su campaña. También se cree que
siempre está acompañada por un médico que porta un fármaco anticonvulsivo para
aplicárselo en caso de necesidad.
Se conoce que en
diciembre de 2012, Hillary Clinton sufrió una conmoción cerebral con el consiguiente
desmayo, siendo entonces trasladada al
Hospital Presbiteriano de Nueva York donde se le hizo una resonancia magnética
de su cerebro. La misma arrojó la existencia de un coágulo en una de sus venas
cerebrales –lo que le produjo una trombosis en el seno transverso cercano a la
oreja derecha– indicándole un largo período de cumplir tratamiento y
recuperación. El tratamiento contrarrestó la diplopía (visión doble), mareos y
otros síntomas, debiendo llevar consigo gafas especializadas.
Lo cierto del asunto,
veraz o no, es que sus contrincantes republicanos están tratando de sembrar la
idea mediática de inhabilitarla para poder cumplir sus funciones presidenciales
de ser elegida. Es parte de la jugada de Donald Trump, quien se sabe que
también trata de buscar el encarcelamiento de Hillary por el tema de los emails
filtrados por Wikileaks.
En este sentido, el
juez federal, Emmet Sullivan, ordenó hoy a la candidata demócrata, responder
preguntas por escrito al conservador Judicial Watch sobre el uso que hizo de un
servidor personal de correos mientras era secretaria de Estado entre los años
2009 y 2013, según cita terra.
Es, en resumen, un
ataque por todos los frentes, propio de las campañas USA en que todo vale para
deslegitimar a un contrincante.
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