lunes, 5 de agosto de 2013

Otro caso de espionaje de Estados Unidos sobre Latinoamérica en el 2009

“Estamos frente a un escándalo de proporciones globales; este episodio que ustedes mostraron es algo desmoralizador para la diplomacia internacional”, afirmó el ministro de Comunicaciones brasileño, Paulo Bernardo, en declaraciones que publicó ayer el semanario Epoca y recogió la agencia noticiosa ANSA.
Epoca publicó en la misma edición una carta firmada en mayo de 2009 por Shannon, entonces secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, en la que agradece y felicita al director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Keith Alexander, por los “excepcionales” datos que le brindó en más de un centenar de informes.

Esos informes “nos dieron una comprensión profunda de los planes e intenciones de otros participantes de la cumbre y garantizaron que nuestros diplomáticos estuvieran bien preparados para asesorar al presidente (Barack) Obama y a la secretaria (de Estado, Hillary) Clinton”, indicó Shannon en la nota.

El funcionario estadounidense detalló que entre los datos mejor aprovechados estuvieron aquellos relacionados con “cómo lidiar con asuntos controvertidos tales como Cuba, y (cómo) interactuar con contrapartes difíciles, como el presidente de Venezuela, Hugo Chávez”.

Epoca recordó que ese año la Casa Blanca tenía como objetivo principal para la cita que se realizó en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago, presentar al entonces flamante presidente Obama como un líder predispuesto a dialogar con el resto del continente.

Shannon evaluó como “exitosa” la actuación de la delegación estadounidense en el encuentro, en el que Obama coincidió por primera vez con los dos mandatarios más críticos de su país, Chávez y el boliviano Evo Morales.

“Nuestro gobierno estaba decidido a construir una relación productiva y positiva con nuestros vecinos, mientras nuestros rivales en la región estaban igualmente decididos a desacreditarnos y avergonzarnos; tuvimos éxito y nuestros rivales fracasaron, y nuestro éxito se debe, en buena medida, a las informaciones abundantes, detalladas y en tiempo adecuado que ustedes nos suministraron”, dijo Shannon a Alexander en la carta, según detalló la agencia de noticias DPA.

La revelación se sumó a las hechas el mes pasado por los diarios brasileño O Globo y británico The Guardian sobre la base de documentos filtrados por el exagente de la NSA Edward Snowden.

Según aquellas denuncias, Estados Unidos monitoreó en la última década a través de sus servicios secretos miles de llamadas telefónicas y flujos de correo electrónico realizados por ciudadanos e instituciones de numerosos países.

También se afirmó aquella vez que, en el caso de Brasil, el espionaje estadounidense se realizó desde una base instalada en el propio país latinoamericano, hecho que fue negado o relativizado por autoridades brasileñas actuales y anteriores.

La hipotética existencia de esa base también fue negada por Shannon en una conversación que tuvo con Bernardo, que lo citó para obtener alguna explicación.

De todos modos, el incidente generó un malestar en las relaciones entre Brasilia y Washington, pero, según dijo entonces el gobierno brasileño, no afectará la visita de estado de Rousseff a la capital estadounidense, programada para el 23 octubre próximo.

“Hacer espionaje en el campo aliado puede configurar hasta una forma de estafar las negociaciones que están en desarrollo”, advirtió Bernardo en la entrevista publicada ayer.

El ministro también se refirió a documentos publicados la semana pasada por Epoca, según los cuales Estados Unidos también obtuvo informes de diplomáticos brasileños en las Naciones Unidas.

Bernardo especuló con que si se hacen esas operaciones clandestinas en la ONU, todo lleva a pensar que también se realicen “en cualquier otro foro como la Organización Mundial del Comercio”. 
 
Tomado de  http://www.telam.com.ar

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