Días tras día, en forma paralela a la desazón e
incertidumbre de los familiares de los pasajeros del vuelo MH370, de Malaysia
Airlines, aparecen nuevas teorías e hipótesis sobre el destino final de dicha aeronave.
Hoy se ha sumado The New York Times
(NYT) al tinglado de especulaciones, sin descartar el hecho de que detrás de la
suerte del avión existe una conspiración. En este caso, los funcionarios que
han servido de fuente al diario, apuestan por la manipulación deliberada de la
ruta de la misma por medio de un sistema de computación y –sorprendentemente-,
esta acción se realizó en la propia cabina de vuelo. Esta reprogramación pudo
haberse realizado en pleno vuelo o antes del despegue.
El experto antiterrorista británico, Sally
Leivesley, ve el acto de secuestro de una manera más simple, mediante el uso de
un celular o de un dispositivo USB, “usados
para 'hackear' el sistema de entretenimiento a bordo del avión e infiltrarse en
el 'software' de seguridad.” Sin embargo, esta tesis es poco compartida por
otros expertos.
En la versión predominante, existe una implicación
directa de los responsables del vuelo, es decir, el piloto y el copiloto del
avión. Otras acciones, como el apagado del transponedor del avión y otros aparatos de comunicación, como el ACARS, fortalecen
tal hipótesis y abren las expectativas sobre la ruta seguida por el Boeing 777-200,
dada la ampliación del perímetro de vuelo –teniendo en cuentas diferentes
direcciones-, así como el tiempo en que pudo haber permanecido en el aire.
Ante la incertidumbre en aumento, NASA manifestó su
intención de involucrarse en la búsqueda, mediante una declaración de su
director, Charles Bolden, quien dijo que se examinaría la información ya
existente y se realizaría una búsqueda más detallada de los posibles escenarios.
Este anuncio se hizo luego de que EE.UU. y Filipinas anunciaran el retiro de
sus barcos de búsqueda. El Pentágono dijo que usaría aviones de largo alcance
para realizar esta operación, del tipo P-3 Orión y P-8A Poseidón.
Las autoridades malasias centraron también su
atención en otros sujetos involucrados con la aeronave, además del piloto,
Zaharie Ahmad Shah, el copiloto Fariq Abdul Hamid, así como cada uno de los pasajeros.
La investigación se ha extendido a los mecánicos de tierra.
En estos momentos, toda una red satelital de varios
países, así como cerca de 40 aeronaves y 34 barcos participan en las tareas de
rastreo.
Mientras tanto, el mundo entero se ve empujado a desentrañar
este misterio, convirtiendo el suceso en uno de los más sobredimensionados
entre los medios de comunicación e Internet. La etiqueta #MH370 atrapa a todos
en las redes sociales, fundamentalmente en Twitter.
Es tal la duda, el recelo y el compromiso, que más
de 3 millones de personas acuden a las redes sociales para buscar una solución
al misterio o encontrar una pista al respecto. Cientos de ellos usan imágenes
satelitales proporcionadas online por
DigitalGlobe y por otros medios de búsqueda como Tomnod. Sin embargo, muchas
veces los esfuerzos han sido infructuosos, al confundir el objetivo deseado con
otros aviones actualmente volando la zona.
Otros han tratado de sembrar desconcierto entre la
población de varios países al vinculas la desaparición con un secuestro por
parte de Al Qaeda, amenazando con replicar los ataques 11 de septiembre de 2001,
en Nueva York, o contra la propia Israel. Los menos, presuponen la existencia
de una amenaza para China o Rusia. Empero, tanto los talibanes como Al Qaeda,
se han desmarcado de cualquier vínculo con el avión esfumado. Zabihullah
Mujahid, portavoz de los talibanes afganos negó cualquier implicación en el
hecho. Aunque un informante del FBI dijo conocer una pista sobre un posible
secuestro de avión en Asia, no existe evidencia real al respecto, lo que
confirma que no fueron grupos radicales islámicos los secuestradores
potenciales.
Dentro de las actuales especulaciones se maneja la
existencia de algunos pasajeros con la habilidad para aterrizar el avión en
alguna pista clandestina, cuya longitud superior al kilómetro y medio les
permitiera lograr su objetivo. Uno de
los nuevos sospechosos es el pasajero malayo Mohd Khairul Amri Selamat, cuya
profesión es la de ingeniero aeronáutico.
Tanto Stephan Dujarric, portavoz de la ONU, reconoció
que los sistemas de vigilancia de la Organización del Tratado de Prohibición
(CTBTO) no detectaron ningún indicio semejante a un siniestro en el caso de
avión malasio. A la par, China declaró que –luego de una minuciosa
investigación-, ninguno de sus ciudadanos podría estar involucrado en cualquier
tipo de acción ilegal contra el mismo. Esto incluye a los 153 pasajeros que
iban en la aeronave.
Otra teoría ha surgido en medio de la incertidumbre
y es que los autores del potencial secuestro del vuelo MH370 hubieran empleado
la sombra de otro avión del mismo tipo, el vuelo SIA68 de Singapur Airlines, el cual cubría la ruta Singapur-Barcelona, con
vistas a enmascarar su trayectoria. Por
otro lado, el desconcierto aumentó cuando los gobiernos de Kazajistán y
Kirguistán dijeron haber captado la señal de un vuelo no identificado en el
justo momento en que el MH370 hacía una trayectoria desconocida. Vietnam, por su parte, negó la detección del
vuelo sobre su espacio aéreo.
La angustia de los familiares y su desesperación los
han llevado a presionar a las autoridades diciendo que realizarían una huelga
de hambre en respuesta a la demora en las gestiones de búsqueda.
La inicial teoría sobre el hecho de que los
celulares respondían a los llamados realizados a los pasajeros, ha sido puesta
en duda por expertos, quienes argumentan que “un tono de timbre se puede oír
mientras el sistema telefónico internacional está en busca de un teléfono y
tratando de conectar una llamada”.
Una nueva hipótesis se ha formado y la misma apunta
hacia un posible atentado contra la aeronave. Según algunas autoridades
malayas, en el vuelo se pudo colocar una bomba en un cajón de frutas exóticas
conocidas como mangostino, de las cuales iban 4 toneladas en sus bodegas.
Contrario a las especulaciones sobre un posible
secuestro, Mike Rogers, presidente del Comité de Inteligencia del Congreso de
los EE UU, es partidario de la tesis de un accidente.
Otras tesis apuntan a que un posible pasajero
derribó el avión para que sus familiares cobraran un cuantioso seguro de vida,
así como un posible impacto de un meteoro. Al igual, el experto en viajes de
CBS News, Peter Greenberg, apuesta por un incendio provocado por unas baterías
de iones de litio transportadas en el HM370. Otros, aún más sensacionalistas, apuestan por
el derribo del avión a causa de un misil de origen desconocido.
Como podemos
apreciar, la duda continúa y las hipótesis aumentan, llenado de desconcierto a
todo el mundo, el cual se pregunta: ¿sabremos alguna vez la verdad?
Percy Francisco Alvarado Godoy.
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