El único participante preso por los ataques del 11 de setiembre de
2001 en EEUU, dijo a sus abogados estadounidenses que miembros de la
familia real saudí donaron millones de dólares al grupo terrorista en
los 90.
Moussaoui afirma que creó una nómina digital de donantes de Al Qaida,
que incluye a miembros de la familia real saudita, entre ellos el
exjefe de inteligencia, príncipe Turki al Faisal y el príncipe Bandar
bin Sultan, quien fuera embajador saudí en Washington durante 22 años,
hasta 2005.
Además, dijo que se reunió en Afganistán con un alto funcionario de
la embajada de Riad en Washington para discutir los planes de atentados
de Al Qaida en Estados Unidos y debía reunirse con el mismo hombre en la
capital estadounidense a fin de obtener ayuda para un atentado en el
que se derribaría al avión presidencial Air Force One.
La embajada saudita en Washington DC negó las acusaciones.
"El ataque del 11 de setiembre ha sido el crimen más intensamente
investigado de la historia y las pruebas muestran que no hubo
involucramiento del gobierno saudita ni de funcionarios saudíes", afirma
en una declaración.
Moussaoui, declarado criminalmente responsable en un juicio en 2006,
se declaró culpable de conspiración en el mayor ataque terrorista de la
historia estadounidense y está encarcelado en una prisión de máxima
seguridad en Colorado (suroeste de EEUU).
"El jeque Osama quería mantener un registro de quién donaba dinero
(...) a quién había que escuchar o quién contribuía a la yihad", agregó
Moussaoui.
Las sumas obtenidas variaban entre 2 y 3 millones de dólares "cada
vez que se ponían en contacto con alguien allá, porque la mayoría de los
altos responsables cercanos a Osama bin Laden provenían también de
grandes familias de Arabia Saudita".AFP/http://noticias.terra.es
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