Desde hace 5 años, Lockeed Martin está empeñada en la venta “por catálogo” de sus futuros F-35 mientras que el Pentágono sigue asegurando que pronto serán operativos. Pero hasta ahora ningún ingeniero ha logrado encontrar la manera de fabricar tales aparatos. |
Joe Della Vedova, vocero oficial del Pentágono a cargo del programa F-35, ha anunciado que «Italia mantiene su compromiso con el programa y que comprará 90 cazas F-35».
La ministra olvida que el gobierno de Renzi se comprometió hace 5 meses, en base a una moción del PD (Partito democratico), a «reexaminar
el conjunto del programa F-35 para clarificar su estado crítico y
costos con el objetivo final de dividir por dos el presupuesto» de
13 000 millones de euros a 6 500 millones, suma con la cual –según se
estima– se podrían comprar, además de los 6 ya adquiridos, unos
20 ejemplares del F-35 como máximo. En aquel momento, los medios divulgaron inmediatamente la noticia sobre la «división por 2» de los F-35.
Noticia que ahora se desmiente con el anuncio de que Italia mantiene
su compromiso de comprar 90 aparatos, lo cual no nos parece sorprendente
ya que siempre sostuvimos que el gobierno de Renzi no tenía ninguna
intención de reducir esa cantidad.
Así que Italia se compromete a comprar a la compañía estadounidense Lockheed Martin 90 cazas F-35
–60 de despegue y aterrizaje convencional y 30 de despegue corto y
aterrizaje vertical– sin conocer el precio de esos aparatos. Un estimado
reciente del Pentágono evalúa el costo de la primera versión en
98 millones de dólares por unidad y en 104 millones el costo unitario de
la segunda versión. Pero especifica que ese es el costo del avión «sin incluir el motor», como si un vendedor le dijera al cliente que el motor no está incluido en el precio del auto que va a comprar [1].
Es posible deducir un estimado máximo si tenemos en cuenta que
el presupuesto del Pentágono prevé para el año fiscal 2015 una partida
de 4 600 millones de dólares para la compra de 26 F-35, o sea 177 millones de dólares –equivalentes a unos 140 millones de euros– por cada avión.
Lockheed asegura que el costo por unidad debe disminuir en la medida
en que aumenten los pedidos. Pero no menciona que, como sucede con
cualquier tipo de armamento, el F-35 tendrá que ser actualizado
continuamente, lo cual hará subir los gastos. Y a eso se agregarán los
enormes costos operacionales que implican el mantenimiento y el
armamento de una flota de F-35, todo lo cual habrá de pagarse con fondos públicos sustraídos a los gastos sociales.
El complejo de Faco di Cameri, seleccionado por el Pentágono como «polo
de mantenimiento de los aviones F-35 desplegados en Europa, ya sean los
adquiridos por los países europeos o los de Estados Unidos que operen
en Europa», instalación que ya ha costado a Italia 1 000 millones de
euros, proporciona empleo a menos de 1 000 trabajadores, cifra que
según Finmeccanica se elevaría cuando más a 2 500 cuando la instalación
esté al máximo de su actividad. Y al anunciar la selección de Cameri,
el general estadounidense Christopher Bogdan explicó que, en lo tocante a
los gastos que implicaría el posterior desarrollo del complejo, «los países participantes en el programa F-35 asumen el costo de las inversiones en esas instalaciones».
Los voceros estadounidenses, entrevistados por Reuters en Roma y Washington, se regocijan de que el gobierno de Renzi, «a pesar de las presiones políticas», ha mantenido el compromiso de compra de 90 cazabombarderos F-35, la «cantidad precisa» para garantizar la participación industrial italiana en el programa y, simultáneamente, «la defensa del país».
A esos voceros estadounidenses les parece muy importante que «Italia reemplace su fuerza obsoleta de cazabombarderos» –definición en la que incluyen no sólo los Tornado sino también los Eurofighter Typhoon, que son más recientes– «en
un momento de crecientes tensiones internacionales para los miembros de
la OTAN, con rebeldes pro-rusos que combaten al gobierno ucraniano y,
justo del otro lado del Mediterráneo, con militantes yihadistas
avanzando».
Los voceros estadounidenses confirman así que el F-35 es particularmente importante para amarrar más aún Italia a los planes de guerra del Pentágono.
Manlio Dinucci
Fuente
Il Manifesto (Italia)
Il Manifesto (Italia)
Red Voltaire
Por su parte, el gobierno israelí ha firmado un contrato para la compra de 14 cazas
F-35 de fabricación estadounidense por unos 3.000 millones de dólares
(unos 3.636 millones de euros), ha informado el Ministerio de Defensa
israelí.
El acuerdo había obtenido ya el visto bueno del Consejo de Ministros
en noviembre y contempla la adquisición de 17 aparatos más. Estos cazas
se suman a los 19 F-35 que ya adquirió Israel en 2010.
Los primeros cazas llegarán a Israel a finales de 2016 y se espera que la entrega se complete para 2021, ha informado el Ministerio de Defensa.
El Pentágono tiene previsto gastar 400.000 millones de dólares en las dos próximas décadas para construir 2.457 aviones de este tipo, capaces de evadir el radar. Estos cazas serán para la Fuerza Aérea estadounidense, pero también para las de sus aliados.
http://www.lanzadigital.com
Los primeros cazas llegarán a Israel a finales de 2016 y se espera que la entrega se complete para 2021, ha informado el Ministerio de Defensa.
El Pentágono tiene previsto gastar 400.000 millones de dólares en las dos próximas décadas para construir 2.457 aviones de este tipo, capaces de evadir el radar. Estos cazas serán para la Fuerza Aérea estadounidense, pero también para las de sus aliados.
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