En el programa Món 3/24,
del canal de noticias 3/24 de la televisión pública catalana, que para
quienes no lo vean (se puede hacer por Internet, como con cualquier
televisión del mundo) es un canal similar a la CNN, es decir, sólo
noticias, la corresponsal de Televisió de Catalunya en Estados Unidos, Raquel Sans,
hablaba de un hecho insólito, pero que ya habíamos oído comentar de la
Política en aquel país: que se puede llegar a comprar la Presidencia,
sí, pero no comprar en plan soborno o corrupción, sino por la gran
cantidad de dinero en donativos que cada candidato a la Casa Blanca, sea
en las primarias o ya en la campaña electoral final, recibe.
Sans contaba la historia de los hermanos Koch, dos multimillonarios que en las elecciones presidenciales de 2012 llegaron a invertir 400 millones de dólares para que ganara el Partido Republicano, que perdió al final, pero que en las próximas de 2016, donde se elige al sucesor de Barack Obama, que ya habrá agotado sus dos mandatos, y con la ya casi segura designación de Hillary Clinton
como la candidata demócrata, el Partido Republicano no tiene un
candidato claro para presentar. La cifra que se dice que los Koch
invertirán en esa campaña será récord: 1.000 millones de dólares.
Una cifra que para los europeos,
acostumbrados a sus austeras campañas electorales, es como si
financiasen una misión espacial a Saturno. Cualquiera que sepa algo de
Política y sobre todo de la peculiar manera de hacer Política en Estados
Unidos, los grandes magnates pueden decidir quién gobierna en su país,
su Estado o su ciudad, si proporcionan con su dinero los medios para que
el candidato pueda tener los mejores anuncios en televisión, hacer los
mejores mítines con cientos de asistentes y todo lo que haga falta. El
magnate Sheldon Adelson, que no nos será desconocido al
haber sido el promotor de la fallida Eurovegas, que al final ni
siquiera se quedó en Europa, ha aportado mucho dinero a los candidatos
republicanos para la Casa Blanca, las dos últimas veces con fracaso,
como ya se sabe.
Se ha intentado regularizar esa costumbre para evitar abusos, por parte de la Admnistración Obama,
pero es como una tradición, sobre todo entre los republicanos, más
reacios a cualquier cambio social o cultural que ponga en duda la
perfección que ellos creen que tiene el modo de vida americano. Los
demócratas también han recibido muchas donaciones, y ningún político
importante puede conseguir grandes resultados sin esas sumas de dinero
tan altas, que les permiten incluso hacer vídeos impactantes, de esos en
donde su adversario político sólo traerá el Apocalipsis si ganara las
elecciones.
El candidato mejor situado entre los republicanos es Jeb Bush, hijo del Presidente que sucedió a Ronald Reagan y hermano del que invadió Iraq y acabó con Sadam Hussein. Como Gobernador de Florida,
donde tiene un voto muy fiel entre la colonia de exiliados cubanos, ha
tenido mucho éxito. Se le recuerda una anécdota muy sonada, cuando
saludó a José María Aznar, allá por el año 2000, como el "Presidente de la República Española".
Esperemos que si recibe donativos para su campaña, al menos incluya
clases de Cultura Política y no caiga en errores tan ridículos.
Tomado de http://es.blastingnews.com
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