Según divulgó el
blog Cuba Confidential, dirigido
por Chris Simmons, bajo el título de “Alan
Gross Takes Fight with Feds to U.S. Supreme Court”, bajo la firma de
Zoe Tillman, del Legal Times, el
recién liberado subcontratista de la USAID, Alan Gross, parece estar dispuesto
a pasarle la cuenta al gobierno norteamericano ante la Corte Suprema de los EE
UU.
La base de su
demanda es una revisión de “si el Gobierno se hace responsable de los daños que él y su esposa afirman haber
sufrido mientras se encontraba detenido en Cuba".
Como resultado de
un litigio perdido en un juicio y su reclamación ante una corte de apelaciones
en Washington, la nueva acción legal de Gross, presentada
ante la Corte Suprema el 12 de febrero, defiende haber sido afectado por
el gobierno, tanto económica como emocionalmente, lo cual fue desentendido por
el tribunal de apelaciones, so pretexto de que los daños padecidos por Gross y
su familia son responsabilidad de Cuba, exonerando descaradamente a sus
reclutadores y financistas de su actividad subversiva.
El gobierno de
Estados Unidos se trató de lavarse las manos como Poncio Pilatos, negando el
hecho de que Gross no fuera advertidos de los riesgos que asumía al realizar su
aventura de espionaje dentro de Cuba. De hecho, paradójicamente, aceptaba la
existencia de estas labores subversivas dentro de Cuba.
El ambicioso Gross
espera sacarle una gran tajada al gobierno, con esperanza de que la respuesta a
su demanda, la que tendrá lugar el próximo 16 de marzo, le sea favorable.
En resumen, Gross
prueba la catadura moral – tan diferente a la de los Cinco cubanos liberados
por EEUU, que no han hecho otro reclamo a su gobierno, que no sea el de seguir sirviéndole
con entrega y convicción. Sobran, pues, los comentarios.
Percy Francisco Alvarado Godoy
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