En
los últimos años, Israel ha recurrido a diferentes métodos paras extender su
influencia en América Latina. El interés israelí por la región latinoamericana
se debe, en primer lugar, a motivaciones económicas: La explotación de los
recursos naturales. En segundo lugar, Israel siempre ha mirado a América Latina
como un espacio geográfico para el establecimiento de población judía. Además,
al incrementar el protagonismo de los estados de la región en la arena
internacional, Israel trata de ampliar sus relaciones con ellos con el fin de
ejercer un mayor control. En este sentido y al margen de las actividades
diplomáticas y las relaciones oficiales, aprovecha cualquier oportunidad para
extender su dominio sobre la región, siendo uno de los métodos más primitivos
el espionaje.
Uno
de mis amigos, un oficial de alto rango en uno de los países vecinos, me reveló
que un barco israelí se está dirigiendo hacia la costa colombiana bajo la
bandera argentina y con documentación y pasaportes de la misma nacionalidad. El
buque transporta equipo militares sofisticados para Colombia y también está
dotado de sistemas y aparatos para el seguimiento de las actividades
comunicacionales y satelitales de los estados de la región. Aunque el buque
presenta una apariencia normal y sus ocupantes parecen turistas, en realidad
todos pertenecen a los servicios de inteligencia israelí y su misión es atracar
en aguas territoriales de Venezuela, Perú y Ecuador para elaborar informes
sobre las actividades comunicacionales y técnicas de los centros importantes de
estos países.
Por: Mateus Fernández/Aporrea
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