Cuelga en la red 60.000 cables del Ministerio de Exteriores que hablan de los enormes gastos de las princesas o de los manejos para frenar a Irán
El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz, poco después de su toma de posesión, en enero. :: afp |
La princesa Maha al-Ibrahim, esposa de Abdul-Rahman bin Abdulaziz
al-Saud, ex número dos del Ministerio de Defensa de Arabia Saudí, se
marchó de Ginebra sin pagar una factura de 1,5 millones de francos
franceses (1,43 millones de euros), que había gastado en el servicio
suizo de Limusinas Golden. Podría tratarse de una huida más de la
realeza saudí -no es la primera vez que dejan a deber una cantidad
millonaria en Europa-, pero en este caso Wikileaks ha obtenido la
factura y se puede consultar dentro de los primeros 60.000 cables sobre
el país que ya están a la vista de todo el mundo en la red. En los
próximos días esta cifra crecerá hasta los 500.000 documentos
clasificados, que son básicamente el intercambio de correos electrónicos
que mantiene la cancillería y revelan las interioridades de la
diplomacia a base de petrodólares que despliega Riad.
El caso de la princesa Maha al-Ibrahim es similar al de la también
princesa Maha bint Mohamed bin Ahmad al-Sudairi, tercera esposa de Nayef
bin Abdulaziz al-Saud, su primo y ministro de Interior durante 37 años,
que se fugó del lujoso hotel Shangri-La de París, con vistas a la Torre
Eiffel, dejando sin pagar 6,4 millones de una factura total de 16. La
que fue esposa del príncipe heredero Nayef, con quien tuvo cinco hijos,
viajó a la capital francesa en diciembre de 2011 y durante cinco meses
ocupó las 41 habitaciones de la séptima planta de este establecimiento
de cinco estrellas junto a un séquito de sesenta personas, según reveló
el diario Le Parisien. En ambos casos el Ministerio de Exteriores tuvo
que finiquitar las deudas millonarias dejadas por las princesas.
Evitar la cárcel a Mubarak
La abultada factura sin pagar de la princesa se ha convertido en uno
de los cables más populares y comentados en las redes sociales, el
escaparate de Wikileaks para enfado de Arabia Saudí. El portavoz del
Ministerio de Exteriores, Osama Nugali, aseguró que los documentos se
han obtenido «en un reciente ataque informático al servidor del
ministerio» y pidió a los ciudadanos que no compartan los cables porque
supone «ayudar a los enemigos de la patria» y la justicia les podría
perseguir por cometer un «cibercrimen».
El expresidente de Egipto Mohamed Mursi pidiendo visados para que su
familia pudiera peregrinar a La Meca, contactos con los Hermanos
Musulmanes egipcios para evitar el envío a prisión de Hosni Mubarak,
políticos y medios de comunicación reclamando dinero abiertamente. hasta
el momento no hay grandes revelaciones en temas de seguridad regional
relacionados con posibles contactos entre Riad y grupos yihadistas, pero
el material acredita el uso que hace el reino de los petrodólares para
ganar influencia y combatir el auge de Irán, el gran enemigo chií.
Tampoco se puede leer nada sobre el apoyo saudí a la oposición armada
siria ya que, según Bruce Riedel, exagente de la CIA consultado por The
New York Times, «este tipo de programas está en manos de la Inteligencia
saudí y el Ministerio de Exteriores no está al corriente».
M. AYESTARAN/http://www.larioja.com
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