Pocos días después que el 8 de mayo del presente año el Comité de
Investigación de Rusia abriera un expediente penal contra Vladímir Katriuk, uno
de los implicados de la masacre de Jatín, localidad bielorrusa, durante la
Segunda Guerra Mundial -en 1943-, llegó la noticia de su muerte el pasado 22 de mayo.
Vladímir Katriuk, sirviendo
órdenes de oficiales nazis del batallón SS-Sonderbataillon Dirlewanger,
participó junto a otros integrantes del batallón de policía Schutzmannschaft
118, cometieron la masacre en que fueron brutalmente asesinadas 149 personas,
entre ellas 75 menores de edad.
La muerte del
canadiense de origen ucraniano, Vladimir Katriuk, fue anunciada por el The
Globe and Mail, sugiriendo que la misma ocurrió apenas hace unos días a causa
de una apoplejía y contando con 93 años de edad.
El genocida se
encontraba en la lista de criminales nazis más buscados del Centro judío Simon
Wiesenthal y se sabe que la Corte Federal de Canadá determinó que el mismo
había omitido en 1999 su pasado de crímenes y su estrecha colaboración con las
SS, a la par que usó la identidad de su cuñado en documentos apócrifos para
ingresar a ese país procedente de Francia, donde vivió hasta 1951. En Francia
se unió a la Legión Extranjera, a la que desertó y marchó hacia Canadá.
En el año 2007 se
le revocó la nacionalidad canadiense, mientras vivían en el poblado de
Ormstown, cercano a Montreal y próximo a la frontera norteamericana. No
obstante pudo escudarse en la avanzada edad y “falta de pruebas” para evadir
cualquier acción penal contra él.
No fue hasta un año
después que fueron descubiertos testimonios evidentes de testigos inmediatos
contra Katriuk. Se supo por AP que la solicitud rusa de extraditarlo a ese país
fue rechazada por Canadá.
El hombre, un
apicultor de 91 años que vive con su esposa en una pequeña granja en Quebec –de
acuerdo con Russia Today del año 2012- “ocupa la cuarta posición en la lista de
las 10 personas más buscadas por crímenes nazis, según el Centro de Simón Wiesenthal.”
Agencias
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