El
Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, general Norton
Schwartz, dijo hace pocas horas que el ejército de su país está preparado para
una posible ofensiva militar contra Irán.
Tenemos
una capacidad operacional y “usted no querrá estar ahí cuando la utilicemos”,
respondió cuando se le preguntó acerca de la bomba Penetrador Masivo de
Artillería (MOP) que pesa 30,000 libras.
Sin
indicar si el artefacto podría alcanzar las instalaciones subterráneas bajo los
montes iraníes.
La
bomba, conocida como la “antibunkers” o “la madre de todas las bombas”, dispone
de una cabeza de uranio capaz de penetrar 60 metros de hormigón o 38 metros de
roca dura, con el poder destructivo de una pequeña bomba atómica.
El
Departamento de Defensa dispuso hasta el momento de 330 millones de dólares para
obtener las primeras 20 fabricadas por la empresa Boeing Co.
Según
informaciones del diario The Wall Street Journal, el Congreso estadounidense
habría dado el visto bueno a una petición secreta del Pentágono para asignar
81,6 millones de dólares para la modernización de la “superbomba” con el
objetivo de hacerla capaz de atravesar roca, acero y cemento antes de explotar
contra su objetivo.
Y
aunque el Secretario de Prensa del Pentágono, George Little, descartó que el
programa para potenciar el artefacto esté relacionado con la crisis iraní:
¿Quién lo puede creer?
Panetta
en Israel
Las
declaraciones del general Norton Schwartz se producen cuando el Jefe del
Pentágono, Leon Panetta y su homólogo israelí, Ehud Barak, se reunían el jueves
para abordar la situación en Oriente Medio y otros asuntos regionales como los
relativos a Irán y Siria.
La
presencia de Panetta en Tel Aviv podría ser preparatoria de la visita del primer
ministro Benjamín Netanyahu a Washington la semana entrante, donde sostendrá un
encuentro con el presidente Barack Obama.
El
gobernante hebreo participará en el Comité de Asuntos Públicos Estadounidense
Israelí (AIPAC).
Existe
expectativa porque se espera que Netanyahu y Obama “hagan una declaración muy
importante sobre Irán”, según aseveró Ian Berman, vicepresidente del American
Foreign Policy Council en Washington.
Para
Berman el encuentro se propondría limar asperezas entre los gobiernos.
Aunque
Washington ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa, se inclina junto
a la Unión Europea por un régimen de sanciones contra Irán y no por un ataque
militar.
Según
el politólogo, y columnista del diario Washington Times, Tel Aviv persigue
conocer “cuán lejos está dispuesto a llegar Estados Unidos”.
En
los últimos meses se han incrementado los dichos y entredichos entre los dos
países, sin abandonar el discurso guerrerista.
Ambos
insisten en que el gobierno de Mahmud Ahmanijedad busca objetivos militares en
su programa de energía nuclear, utilizando este argumento para imponer sanciones
en su contra y amenazarlo con una agresión militar; pero cada país vive una
coyuntura política diferente.
Las
amenazas se producen en medio de la intensa carrera por la presidencia en
Estados Unidos; matizada aquí y allá por visiones surrealistas de la realidad
mundial.
Un
ataque contra Irán, además de cambiar el rostro del Medio Oriente, podría
alterar el orden electoral en la Unión Americana.
Fue
Schwartz quien también afirmó que los restos de algunas de las víctimas del
ataque del 11 de septiembre terminaron en un vertedero.
La
Secretaría de Defensa prometió aclarar lo sucedido con fragmentos de estas
víctimas e informar a los familiares.
Los
restos de algunos soldados muertos en Irak y Afganistán fueron enviados a un
basural de Virginia, debido a los “procedimientos” seguidos en la funeraria de
la base de Dover de la Fuerza Aérea.
Se
supone que, tal y como está instruido desde 2008, al no ser identificados, los
restos debieron ser incinerados y echados al mar.
Pero
si eso es lo que hacen con los suyos: ¿Qué dejarán para los ajenos?
Por:
Pedro Díaz Arcia
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