La
escalada de la «ciberguerra» ha llegado a un punto tal que hasta China y
EE UU se han puesto de acuerdo: el terrorismo ya no es la principal
amenaza; ahora, la mayor preocupación de las potencias mundiales se
centra en el «ciberespionaje» y los «ciberataques». Ambos países
llegaron a esta conclusión el pasado miércoles tras la reunión de sus
respectivos altos mandos. Motivos ha habido –y habrá– para la sospecha.
El malware Flame, que en mayo de 2012 infectó aproximadamente a 1.000
computadoras de instituciones pertenecientes a Irán, Israel, Sudán,
Siria, Líbano, Arabia Saudí y Egipto, sólo fue una muestra. Jarno
Limnéll, director de ciberseguridad de la empresa informática Stonesoft,
describe para LA RAZÓN cómo podría ser la «ciberguerra» en un futuro
más que próximo.
-¿Está la «ciberguerra» por delante de la guerra «física» en las agendas de los países?
-En
primer lugar, tenemos que dejar de pensar en el combate físico y la
guerra cibernética como cosas separadas. El «mundo de los bytes» está
hoy en todas partes y forma parte integral de todos los dominios de la
guerra (tierra, mar, aire, espacio, etc). En segundo lugar, el mundo se
está moviendo hacia una mayor utilización estratégica de las armas
cibernéticas para persuadir a los adversarios a cambiar su
comportamiento. Al mismo tiempo, es esencial entender que las
operaciones cibernéticas como el espionaje y los ataques cibernéticos
conforman una parte importante de la influencia estratégica y el combate
bélico. Los conflictos pasados requerían soldados que estaban física y
mentalmente fuertes para tener éxito en la batalla, pero la fuerza ya no
es el único requisito para la lucha. En su lugar, la nueva gama de
soldados debe poseer un conocimiento sofisticado de seguridad y códigos
informáticos. En tercer lugar, los militares –o los políticos– aún no se
han aclarado a fin de utilizar más eficazmente el ciberespacio con el
objetivo de alcanzar sus objetivos. El nivel estratégico de los mandos
no es plenamente consciente del potencial operativo de la «división»
cibernética. Del mismo modo, los «cibersoldados» carecen de la habilidad
militar y del conocimiento para explotar todo el potencial de las armas
que tienen a mano. Sin embargo, es probable que esta situación cambie a
medio plazo, ya que los primeros países capaces de lograr esta
transferencia en ambos niveles de mando será más probable que se vuelven
dominantes, o al menos poderosos, en el nuevo mundo cibernético.
-¿Cuáles son los países más activos en este sentido?
-Todos
los países están poniendo más recursos para desarrollar diferentes
tipos de capacidades cibernéticas (defensa, resistencia y ataque). Hoy
en día, las capacidades cibernéticas son esenciales para las
naciones-estado y las fuerzas armadas que quieran ser consideradas
«creíbles». El ciberespacio, la quinta dimensión de la guerra, se ha
convertido en un importante escenario de la política mundial,
especialmente desde que los tiempos de guerra y la paz se han
desdibujado, pasando a ser una zona gris que es en la que vivimos ahora.
Y sí, estamos en los primeros años de la carrera armamentística de la
ciberguerra. En cuanto a los países más activos en este momento, yo
diría que son EE.UU., China, Rusia, Israel y el Reino Unido.
-¿Cuáles son las «ciberarmas» más letales de hoy y cuáles serán las del futuro?
-Cada
segundo que pasa, el dominio cibernético se expande y se hace cada vez
más complejo. Esto significa que hay un increíble potencial de
desarrollar cosas nuevas. La integración del mundo online con el mundo
físico aporta una nueva dimensión a la vida humana. Es vital comprender
que el ciberespacio no debe entenderse como un dominio separado, sino
que está entrelazado con el espacio físico. Cuando se piensa en las
«ciberarmas más letales» es crucial entender cómo están interconectados
el mundo físico y el mundo de lo bytes. Y con qué fuerza las funciones
cruciales del mundo físico dependen de los bytes. Por desgracia, lo que
vamos a ver es mayor daño físico causado por «ciberarmas» sofisticadas.
En los próximos años, la guerra cibernética va a evolucionar en algo que
requerirá de la cooperación internacional para prevenir eventos
catastróficos. Las armas cibernéticas sofisticadas las están produciendo
aquellos que tienen la capacidad financiera para pagar por ellas. Los
actores del mundo cibernético no están restringidos por factores
geográficos o por la fuerza militar. Como resultado, los gobiernos y las
empresas deben trabajar juntas para pensar estratégicamente, no sólo
técnicamente, sobre cómo preparar y finalmente luchar batallas en el
mundo digital. De lo contrario, las consecuencias serias, incluyendo
pérdidas de vidas humanas, son inevitables.
-Los bancos parecen más propensos a sufrir estos ataques. ¿Es posible la defensa o los «hackers van siempre por delante?
-El
sector financiero es un blanco tentador por multitud de razones (entre
ellas, su conexión con la seguridad nacional). Impedir la realización de
todas las amenazas cibernéticas es imposible: hay demasiadas
vulnerabilidades. Conocer este hecho es un punto de partida fundamental
para la gestión eficaz del riesgo cibernético: el 100% de seguridad es
un mito. Hay dos cosas que deben recordarse. En primer lugar, el entorno
cibernético es muy dinámico, y con el fin de tener éxito, las acciones
dinámicas y soluciones de seguridad son necesarias; y para ser dinámico
hay que estar organizados y (lo más importante) nuestra base debe ser
flexible. En segundo lugar, necesitamos mejorar nuestra comprensión de
que el mundo es diferente. Las buenas prácticas de seguridad informática
debe ser una segunda naturaleza.
-España ha recibido
algunos ataques cibernéticos en los últimos tiempos, aunque el daño no
ha sido «letal». ¿Cree que nuestro país está preparado para afrontar
estas amenazas?
-Es muy difícil estimar
el nivel de su preparación para los ataques cibernéticos. En general,
tengo que decir que, según mis propias observaciones, hay un montón de
cuestiones que deben prepararse y desarrollarse en las defensas
cibernéticas en todos los países europeos.
24 de abril de 2013. 19:57h
Madrid.
Tomado de http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/2010011/sociedad+tecnologia/la-ciberguerra-del-futuro-tambien-causara-d#.UX-nWUqoZ8E
No hay comentarios:
Publicar un comentario