La actividad económica de Estados Unidos se contrajo en el primer trimestre del año, en su tasa anual, un 2,9 %.
Es la mayor caída del PIB en cinco años, desde 2009, una época en la
que Estados Unidos lidiaba con la recesión pos-crisis financiera, y
supone la primera contracción del PIB en tres años. De momento se
descarta un retorno a la recesión. La Reserva Federal (Fed) ya prevé un sensible incremento de la actividad en el segundo trimestre.
El retroceso se produce tras un aumento de 2,6% en el último trimestre de 2013. Los analistas esperaban una contracción de 1,8% y el propio Gobierno había realizado una estimación del 1%.
Las diferencias se deben a que los estadounidenses han consumido
menos de lo previsto. Y es que en su ajuste definitivo de cifras, el
Ejecutivo aseguró que el gasto de los consumidores aumentó un 1 %, en
lugar del 3 % calculado inicialmente.
En EE.UU. el consumo equivale a más de dos tercios
del PIB. Y a inicios de año, la población bajó sus gastos en el cuidado
de la salud y otros servicios contrariamente a lo que esperaban los
expertos por el impacto de la reforma sanitaria. El mal tiempo también ha influído.
A principios de año hubo repetidas tormentas con nieve y temperaturas
extraordinariamente bajas que paralizaron las actividades en la mayor
parte del país.
En un desglose más detallado
habrían bajado: las contribuciones negativas de la inversión en
inventarios privados, las exportaciones, el gasto de los gobiernos
locales y estatales, la inversión fija no residencial y la inversión
fija residencial.
Tomado de http://noticias.lainformacion.com
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