Resulta
admirable cómo el accionar y las ideas de algunos hombres pueden
perdurar a través de los años. Repetidas de boca en boca, en libros,
citadas en discursos pasan a la posteridad y en ocasiones resultan
útiles para ilustrar acontecimientos que se repiten en épocas distantes.
Por eso ante los sucesos que hoy vive la localidad de Ferguson en Estados Unidos viene a la memoria el célebre discurso de Martin Luther KingTengo un sueño
(…)Yo tengo un sueño de que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo: 'Creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales'.
Yo tengo el sueño de que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad(…)
Lástima que la discriminación racial sea el origen de los disturbios que tienen lugar allí por hace más de una semana tras el asesinato de un joven negro en manos de un policía blanco.
La historia parece dar un vuelco atrás, y recobran valor las palabras casi premonitorias del reverendo Marthin Luther King:
(…)Nunca estaremos satisfechos mientras a nuestros hijos les sea arrancado su ser y robada su dignidad con carteles que rezan: 'Solamente para blancos'.(…)
Debemos tener en cuenta que el joven de 18 años fue baleado seis veces en circunstancias que aún no se han esclarecido en una ciudad de 21.000 habitantes donde las dos terceras partes de la población es afroamericana pero los líderes políticos y las fuerzas de seguridad del estado son blancos.
Según citan varios diarios digitales los disturbios iniciaron cuando un grupo de personas exigió que se presentaran cargos de homicidio contra el policía y como respuesta fueron abatidos y dispersados con gases lagrimógenos por los agentes de la seguridad.
La situación se muestra tensa e incluso ha generado declaraciones pacificadoras del presidente de los Estados Unidos, sin embargo no parecen satisfacer a los protestantes.
Si bien es cierto que la balanza de la justicia suele inclinarse en esa nación hacia extremos que muchas veces no coinciden con la razón y la verdad, tampoco la violencia resulta la forma más viable de conquistar los derechos raciales.
(…)No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física(…)
Ojalá el desenlace no acarree nuevas víctimas en Ferguson donde el odio ha segado la razón y ha puesto sobre el tapete uno de los problemas latentes de ese país.
«No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia»
(…)Yo tengo un sueño de que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo: 'Creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales'.
Yo tengo el sueño de que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad(…)
Lástima que la discriminación racial sea el origen de los disturbios que tienen lugar allí por hace más de una semana tras el asesinato de un joven negro en manos de un policía blanco.
La historia parece dar un vuelco atrás, y recobran valor las palabras casi premonitorias del reverendo Marthin Luther King:
(…)Nunca estaremos satisfechos mientras a nuestros hijos les sea arrancado su ser y robada su dignidad con carteles que rezan: 'Solamente para blancos'.(…)
Debemos tener en cuenta que el joven de 18 años fue baleado seis veces en circunstancias que aún no se han esclarecido en una ciudad de 21.000 habitantes donde las dos terceras partes de la población es afroamericana pero los líderes políticos y las fuerzas de seguridad del estado son blancos.
Según citan varios diarios digitales los disturbios iniciaron cuando un grupo de personas exigió que se presentaran cargos de homicidio contra el policía y como respuesta fueron abatidos y dispersados con gases lagrimógenos por los agentes de la seguridad.
La situación se muestra tensa e incluso ha generado declaraciones pacificadoras del presidente de los Estados Unidos, sin embargo no parecen satisfacer a los protestantes.
Si bien es cierto que la balanza de la justicia suele inclinarse en esa nación hacia extremos que muchas veces no coinciden con la razón y la verdad, tampoco la violencia resulta la forma más viable de conquistar los derechos raciales.
(…)No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física(…)
Ojalá el desenlace no acarree nuevas víctimas en Ferguson donde el odio ha segado la razón y ha puesto sobre el tapete uno de los problemas latentes de ese país.
«No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia»
Por Mavis Ibarra Moreira
Tomado de http://www.tvavila.icrt.cu
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