Lo cierto es que no existen garantías de que este proyecto de ley prospere
de manera definitiva y se convierta en ley, pero lo cierto es que se definen
claramente las intenciones de la parte norteamericana de actuar tras bambalinas
contra Cuba, mientras muchos extienden la mano en un hipócrita gesto amistoso. Queda,
pues, a Obama vetarlo para evitar que este gesto malsano e inamistoso
ensombrezca las futuras relaciones entre Cuba y EEUU.
El Comité de Asignaciones de la Cámara aprobó ayer un proyecto de ley que mediante
el cual coloca en manos de la National Endowment for Democracy (NED), del Departamento de Estado y de la Agencia para el Desarrollo
Internacional (USAID) el nada despreciable monto de 30 millones de USD en
fondos para “promover la democracia en Cuba”, lo cual significa un aumento por
parte del Congreso de 10 millones de USD para el año fiscal 2016 –recuérdese que
en el año fiscal se aprobaron 20 millones de USD-, lo que significaría más
dinero para mantener o implementar nuevas acciones subversivas y planes
desestabilizadoras contra el gobierno cubano.
De acuerdo con el proyecto de ley, las subvenciones superiores al millón de
USD o cuyos programas se extiendan por un año, serán adjudicadas sólo para
organizaciones con experiencia en la promoción de la “democracia” dentro de
Cuba, con lo cual saldrían agraciadas aquellas organizaciones como la FNCA y
otras cuyo accionar contrarrevolucionario ha sido más permanente.
Está claro que la intención de aumentar la cifra destinada a la subversión
contra Cuba representa la otra cara de la política norteamericana hacia la
Isla, la cual implica actuar paralelamente a los esfuerzos por
reestablecer los nexos diplomáticos con la parte cubana. No hay nada oculto
tras los gestos amistosos de los funcionarios norteamericanos quienes han
predicado su interés por un acercamiento con Cuba, por supuesto no para
cultivar una sana relación sino para legalizar todos sus mecanismos de
intromisión y violación de nuestra soberanía.
El Comité de Asignaciones de la
Cámara alienta tanto a la NED como a la USAID para implementar programas
encaminados a fortalecer la llamada “sociedad civil” –entiéndase contrarrevolución
interna-, apoyados en la sección 109 (a) de la Ley de Solidaridad (Libertad) de
1996 y la Libertad de Cuba y de la sección 1705 de la Ley para la Democracia
Cubana (CDA) de 1992, excluyendo que los fondos sean destinados para la
promoción empresarial, la reforma económica, la iniciativa empresarial o
cualquier otro tipo de asistencia que no es la consolidación de la “democracia”.
En otras palabras, esos dineros solo serán usados para subvertir el orden
institucional cubano.
Un desmembramiento de estos fondos desnuda el interés de mantener los
programas subversivos de la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), mediante la
asignación de 28,13 millones de USD para mantener la agresión radioeléctrica y
de transmisiones de Radio/TV Martí contra nuestra patria, así como 17,5
millones para promocionar las agresiones anticubanas en Internet, fortaleciendo
a diversos sitios web y a la blogosfera contrarrevolucionaria y al discurso
anticubano en las redes. En este sentido, el citado Comité de Asignaciones
trata de impulsar aquellos programas que, supuestamente, “proporcionan acceso
sin control y sin censura a Internet para un gran número de usuarios, así como la
investigación y desarrollo de tecnologías nuevas y existentes.”
Lo cierto es que no existen garantías de que este proyecto de ley prospere
de manera definitiva y se convierta en ley, pero lo cierto es que se definen
claramente las intenciones de la parte norteamericana de actuar tras bambalinas
contra Cuba, mientras muchos extienden la mano en un hipócrita gesto amistoso. Queda,
pues, a Obama vetarlo para evitar que este gesto malsano e inamistoso
ensombrezca las futuras relaciones entre Cuba y EEUU.
Percy Francisco Alvarado Godoy
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