Para la opinión pública europea, los drones son un arma eficaz que puede
utilizarse por control remoto para evitar el despliegue de soldados en
el «teatro de operaciones». Para los pueblos del «Medio Oriente ampliado»
son artefactos asesinos que pueden aparecer inesperadamente,
en cualquier lugar, disparando misiles que ocasionan numerosas víctimas
inocentes. Nadie puede estar seguro de no verse algún día en su área de
tiro y de no resultar herido o muerto únicamente por hallarse «en el lugar equivocado, en el momento equivocado». Italia está abriendo una escuela para desarrollar esta variante moderna de la cacería humana.
Hace una semana, en el Salón Aeroespacial que se
organiza anualmente en Le Bourget, en las afueras de Paris, la Dirección
de Armamento Aéreo del ministerio de Defensa de Italia firmó un
contrato con la empresa canadiense Cae para montar en la localidad
italiana de Amendola la primera escuela europea para operadores de
drones militares Predator, fabricados por la compañía estadounidense General Atomics.
El proyecto cuenta con el respaldo del Pentágono, en cuyas escuelas
se han entrenado hasta ahora los operadores europeos de los drones Predator.
Explicación: Como ahora tiene que formar más operadores de drones que
pilotos de cazabombarderos, el Pentágono necesita que se creen centros
de entrenamiento en la zona OTAN. Así que la fuerza aérea italiana y las
de los demás Estados de la Unión Europea que también son miembros de la
OTAN tendrán a su disposición, de aquí a 2016, el centro de
entrenamiento de Amendola.
En esa escuela, los operadores europeos de drones se entrenarán para
realizar misiones de reconocimiento e identificación de objetivos, como
las que realizan actualmente los drones Predator que utiliza la fuerza aérea italiana, y también para la realización de misiones de ataque con los MQ-9 Reaper, como las que ya se realizan en Afganistán, Pakistán, Irak, Yemen, Somalia y otros países.
El drome Reaper, con más 10 metros de largo y 20 metros de envergadura, puede portar 14 misiles AGM-114 Hellfire, además de 2 bombas GBU-12 Paveway II teleguiadas por laser o bombas del tipo GBU-38 JDAM teledirigidas satelitalmente. Sentados ante las pantallas de sus consolas, a miles de kilómetros del «teatro de operaciones», los operadores, después de localizar el «blanco»
a través de los diferentes tipos de sensores del drone, lanzan misiles y
bombas utilizando para ello dispositivos muy similares a los que se
usan en los juegos de video.
Esa es la nueva manera de hacer la guerra, una guerra que nos presentan como «quirúrgica». Pero resulta que los «daños colaterales»
son frecuentes. Para liquidar un presunto terrorista, los drones
asesinos a menudo destruyen toda una casa, matando a la vez mujeres y
niños. A veces el «operador» confunde un grupo de gente reunida
para una boda con una reunión de peligrosos terroristas armados y lanza
sobre ellos un misil Hellfire (Fuego del Infierno), que puede
estar equipado con una ojiva termobárica o de fragmentación. Pero
también puede suceder que el operador lance el misil simplemente porque
está demasiado agobiado por las largas horas de tensión que ha pasado
delante de su consola.
A todo eso contribuirá la escuela europea de drones militares, que
no por casualidad estará en Italia. Italia fue el primer país de
la Unión Europea en comprar los drones Predator estadounidenses y utilizarlos en las «misiones»
internacionales (en Afganistán, Irak, Libia y el cuerno de África), y
también fue el primero en abrir en su espacio aéreo nacional a los
vuelos de drones militares, poniendo así en peligro la seguridad de
los vuelos civiles. Desde la base estadounidense de Sigonella, en la
isla italiana de Sicilia, operan desde hace años los drones Global Hawk, así como los Predator portadores de armas, de la US Navy. En esa misma base comenzará a funcionar, a partir de 2016, el sistema AGS de la OTAN que vigilará, a través de los drones Global Hawk,
una amplísima extensión de territorio, desde África hasta el Medio
Oriente, como apoyo a las operaciones de la OTAN. El uso de drones
militares se intensificará con el inicio de la operación de la Unión
Europea «contra los traficantes de personas en el Mediterráneo», antesala de una operación dirigida por la OTAN para intervenir militarmente en Libia.
Y la ministra Pinotti, de visita en Amendola, podrá felicitar a los operadores de los drones Predator,
como ya hizo en esa misma base el primer ministro D’Alema, el 10 de
junio de 1999, cuando felicitó a los pilotos italianos que habían
bombardeado Yugoslavia, afirmando que habían vivido «una gran experiencia humana y profesional».
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