"Nunca nadie se ha
jactado de la eficiencia del Pentágono, pero aun así, los fallos de logística y
el despilfarro del Departamento de Defensa han sido terriblemente vergonzosos
para aquellos que han tratado de defenderlo", señala el especialista en
asuntos de seguridad nacional, Tobin Harshaw, en su columna para 'Bloomberg'.
El año pasado, un
laboratorio del Pentágono en Utah (EE.UU.) envió accidentalmente al menos a 17 estados y
varios países, bacterias activas de ántrax a través de la compañía de
mensajería FedEx. Tres meses después, la situación se repitió, esta vez, con el
bacilo Yersenia pestis, causante de la peste bubónica.
A la lista de desafortunados
incidentes, se suma el envío accidental a Taiwán en el 2006, de cuatro ojivas
destinadas a misiles nucleares intercontinentales mientras que en el 2007, el
bombardero B-52 sobrevoló territorio estadounidense cerca de tres horas sin
saber que en su interior había seis cabezas nucleares. El reporte del
Departamento de Defensa indicó que la Fuerza Aérea no puede llevar cuenta del
enorme arsenal nuclear que maneja.
Este tipo de situaciones,
sin contar el despilfarro de recursos que para nadie es un secreto, ha llevado
a los legisladores de Washington a intentar aprobar proyectos de ley que
permitan "auditar al Pentágono" sin éxito alguno. No obstante, la
Cámara y el Senado revisarán la ley Goldwater-Nichols de 1986 que regula las
políticas de contratación, cooperación y servicios del Departamento de Defensa,
concluye Harshaw. RT/Fuente:Sputnik
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