La reciente caída de Joaquín "El Chapo" Guzmán ha
desatado una fiebre difícil de comprender. Es indudable que el capo del
narcotráfico aún está en boca de todos y, además de odios,
despierta inexplicable interés en determinadas personas.
Desde la avalancha de ventas de su singular camisa en California,
Estados Unidos, hasta la última tendencia que se impone en
Latinoamérica: los "narco tours" donde los turistas buscan
visitar los lugares emblemáticos por los que pasó quien hasta hace
días era uno de los hombres más buscados del mundo.
Según indica el diario
La Informacion los taxistas ya han comenzado a fomentar por
alrededor de 20 dólares (unos 15 euros) trayectos que incluyen puntos
obligados del "narco tour": la espeluznante ruta por
el Santuario de Jesús Malverde (considerado el santo patrono de los
narcos), los muros agujerados por las balas entre bandos
enfrentados a metros del lugar o el puente donde fueron colgados los
cuerpos de varios enemigos de Guzmán.
La oferta insólita incluye "paquetes turísticos" que
conducen hasta Culiacán, a 200 kilómetros de Mazatlán, para visitar el
estacionamiento del centro comercial donde en 2008 asesinaron
al "Chapito", hijo de Guzmán, o el cementerio Jardines
de Humaya, también llamado el narco cementerio ("Único
panteón del mundo donde todos los muertitos eran ricos", explican los
taxistas a los turistas). En el lugar se pueden ver mausoleos con teléfono,
aire acondicionado, cámaras de vigilancia y hasta piedras preciosas incrustadas
en las lápidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario