Recep Tayyip Erdogan blindó su poder en Turquía haciéndose de
todo lo que tuvo a mano. Los cuestionamientos al presidente y líder del
Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) se multiplicaron durante
2015, pero esas críticas y denuncias parecen no haber hecho mella en el
dirigente. Los estrechos vínculos del presidente turco con el Estado
Islámico (EI), las revelaciones de Rusia sobre la complicidad de Turquía
para permitir el tráfico ilegal de petróleo desde Siria, el ingreso de
tropas turcas a Irak, el resquebrajamiento de las relaciones con Moscú, y
una intensa y sostenida represión en el sureste del país (Kurdistán
turco), son los grandes hechos que marcaron el año de Erdogan, quien
además logró ser reelecto presidente en unos comicios manchados por las
irregularidades y el despliegue del Ejército en ciudades y poblados para
detener las crecientes protestas en su contra.
La confirmación de la inestable situación en el Kurdistán turco la brindó en la víspera de navidad el comandante de la guerrilla del PKK, Cemil Bayik. En una entrevista con el diario Le Monde, el dirigente y uno de los fundadores de la insurgencia alertó que “todos los canales de comunicación con el Estado turco están cerrados”. Por lo cual, señaló Bayk, “hemos vuelto a un estado de guerra”.
Negada la instancia de negociaciones por parte de la administración
de Ánkara, y tras el atentado ocurrido el 20 de julio en la ciudad de
Suruç –fronteriza con el Kurdistán sirio- en el que murieron 32
militantes kurdos, el PKK levantó el alto el fuego que mantenía y
comenzó con los ataques contra las tropas turcas ante la avanzada
represiva.
Ante esta situación, Bayik reveló que anunciarán “la creación de un
frente revolucionario de resistencia con otras organizaciones del
interior y el exterior de Turquía, las cuales comparten nuestro combate y
lucharán con nosotros contra el régimen” turco.
Desplegar la represión
El panorama represivo en Turquía no es una propaganda sostenida desde
el PKK, como sostiene el gobierno; ni tampoco es una sumatoria de
enfrentamientos o hechos aislados, sino que forma parte de un plan que
Erdogan aplica desde hace 12 años, con el cual pretende terminar con la
resistencia kurda y avanzar sobre Medio Oriente, retomando la ideología
del Imperio Otomano. No es casual que uno de sus blancos preferidos sea
Siria, un Estado laico, gobernado por el Partido Baaz, tal vez el último
de los procesos en los que sobrevive el nacionalismo árabe que supo
impulsar desde 1950 Gamal Abdel Nasser desde Egipto.
En el reciente informe “Sobre la guerra contra los kurdos en
Turquía”* -elaborado por la Asociación de Derechos Humanos (IHD) de
Turquía y la Fundación de Derechos Humanos (TIHV) del país, se detalló
el nivel de represión llevado adelante por la administración Erdogan.
Según los organismos, debido a ejecuciones extrajudiciales este año hubo
173 víctimas fatales y 226 heridos. A esto se suma que los tres
principales ataques suicidas perpetrados en las ciudades de Diyarbakir,
Suruç y Ánkara, dejaron un total de 138 personas muertas y más de 900
resultaron heridas. Ocurridos estos atentados, el gobierno acusó al
Estado Islámico por su autoría, pero desde la oposición señalaron como
responsable al propio Estado turco.
En el informe también se difundieron cifras muy poco conocidas sobre
una situación constante en el Kurdistán turco: el arresto de alcaldes,
alcaldesas y legisladores por parte de las fuerzas de seguridad. La
investigación destacó que 17 alcaldes y alcaldesas de ciudades kurdas
fueron detenidos y 9 de ellos inculpados, mientras que “se ha
incrementado el número de ediles detenidos”. A esto hay que sumar que
6.744 personas vinculadas al Partido Democrático de los Pueblos (HDP)
fueron detenidas durante el año y 1.285 encarceladas. A la avanzada del
gobierno turco contra el pueblo de Kurdistán hay que agregar que, según
el informe, 1.299.061 personas fueron víctimas de los 52 toques de queda
ordenados por el Ejecutivo desde el 16 de agosto al 12 de diciembre.
Estos toques de queda implicaron que en los pueblos y ciudades afectados
se cortaron los suministros de agua y electricidad, y no se permitió el
ingreso de alimentos y medicamentos.
Ozturk Turkdogan, presidente de la IHD, declaró que “desde la
perspectiva de los derechos humanos hay que encontrar una solución
urgente en Turquía. Es urgente establecer la paz. Cuando la paz no está
garantizada, el derecho a la vida no está protegido y cuando se viola el
derecho a la vida es imposible hablar sobre otros derechos humanos”.
Turkdogan también alertó que ante esta situación, la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) no ha intervenido, algo que demuestra el colapso
del organismo internacional.
La “nueva fase”
Cizre, Silopi, Sur, Kerboran, Nusaybin, Gever, Bismil y Derik son
algunas de las ciudades del Kurdistán turco que se van escapando de las
manos del presidente Erdogan. Barricadas, jóvenes organizados cavando
trincheras y organizando la defensa armada, intentos de autogobierno,
manifestaciones que enfrentan a soldados y carros blindados se
convirtieron en una constante en el territorio kurdo.
En una entrevista realizada a principios de diciembre**, el
comandante Murat Karayilan, miembro del Consejo Ejecutivo del PKK y
también fundador de la organización, explicó que “la lucha de nuestro
pueblo ha entrado en una fase histórica y significativa. Hay una guerra
que está teniendo lugar en el Oriente Medio, donde el pueblo kurdo y su
lucha libertaria han tomado gran importancia. Es sabido por todos que la
región será reestructurada hacia el final de esta guerra”.
Sus declaraciones, efectuadas a la radio La Voz de Kurdistán, fueron
precisas al afirmar que “el triunfo del pueblo kurdo principalmente en
Kobane (Rojavá, Norte de Siria) y en Shengal (Bashur, Norte de Irak) ha
demostrado que son un actor principal en el Oriente Medio”. Karayilan
recordó que el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, llamó a la
“guerra total” contra el pueblo kurdo después de la victoria en Kobane.
Karayilan explicó que la “nueva fase” se debe a que “el conflicto
está evolucionando hacia una guerra civil”, en la cual el Estado turco
desplegó “una operación de ocupación, masacre, cerco y aniquilamiento de
la voluntad e imposición de la esclavitud”. El comandante del PKK
expresó que “la declaración del auto-gobierno por parte del pueblo en
muchas regiones y lugares es una ocasión progresiva desde el punto de
vista del Movimiento Kurdo de Libertad”. Por esta razón, “el Estado
turco y el AKP quieren alejar al pueblo kurdo de esta etapa. Ellos
quieren hacer al pueblo kurdo esclavo volviendo a cercar las posiciones
que el pueblo ganó a costa de la vida de sus mejores hijas e hijos”,
manifestó el líder guerrillero.
“El pueblo kurdo ha sido forzado a cavar trincheras para defenderse a
sí mismo. La cuestión en debate es, sin embargo, no las trincheras,
sino que quieren dejar a la sociedad kurda sin su voluntad, deseos y
perspectivas”, enfatizó Karayilan. El comandante del PKK indicó que el
gobierno de Erdogan justifica “las operaciones militares con la excusa
de las trincheras y del PKK. Esto no es verdad. El pueblo kurdo se ha
convertido en una voluntad y ellos quieren vivir disfrutando y haciendo
uso a sus derechos como todos los otros pueblos y culturas, sin ser
privados de su dignidad, honor y status. El Estado quiere esclavizar a
los kurdos parte por parte, como en Cizre, Silopi, Sur, Kerboran y
Nusaybin ahora, y Gever, Bismil y Derik antes que aquellas ciudades. Una
guerra de gran escala está siendo librada contra el pueblo kurdo”.
La razón puntual de que la administración Erdogan intensificó la
represión es “la debilidad del Estado -alertó el comandante
guerrillero-. Ellos han comenzado estos ataques por miedo en torno a que
el pueblo kurdo está creciendo fuertemente. Ellos no llenarían de
tanques las calles si no estuvieran débiles y con miedo. Ellos saben que
este es el punto final. La voluntad de nuestro pueblo es más fuerte que
los tanques. Esta es una resistencia popular que es más fuerte que todo
lo demás”.
Leandro Albani, Tercera Información
*Para leer el informe completo: http://es.scribd.com/doc/294070286/...
**Para leer la entrevista completa: http://www.resumenmediooriente.org/...
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