viernes, 13 de diciembre de 2013

Radio Martí manipula el tema de la medicina cubana.



 medicos cubanos La Medicina en Cuba, familiar y comunitaria

La emisora Radio Martí trató de manipular en su programa Contacto Cuba, transmitido el pasado día 9 de diciembre, a las 16 horas, con la conducción de los miembros de su staff, Norma Miranda y Luis Felipe Rojas, el caso del contrarrevolucionario Eduardo Cardet, miembro del grupúsculo Movimiento Cristiano de Liberación, quien fuera separado de su cargo como especialista en medicina familiar, por probadas indisciplinas laborales en el ejercicio de su profesión. El mismo reside en el poblado de Velasco, municipio de Gibara, provincia Holguín.

Como gato patas arriba, el aludido trató de desviar las verdaderas causas de su sanción disciplinaria, aduciendo como causa su labor “opositora”. Dentro del contexto de la entrevista, la falaz emisora trató de impostar las siguientes matrices de opinión:

  Cuba separa  a quienes disienten de la política gubernamental de sus puestos de trabajo, violando normas de la OIT.

   Las autoridades cubanas lo han despedido luego de haber sido elegido como vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América. Lo cierto es que este mercenario viajero realizó un recorrido de más de 60 días por México y los EE UU, relacionándose con elementos dedicados a atacar a su Patria y violando el permiso otorgado por 30 días, normativa establecida para este tipo de viajes. La violación de la misma establece, no solo para los médicos, sino otros profesionales, la desvinculación laboral del infractor. Esto es un hecho conocido por todos los cubanos. La reforma migratoria establece que son las administraciones las que facultan la prórroga del tiempo en el exterior, siempre que existan elementos justificativos. Sin embargo, es cierto, Cardet no hacía simple turismo, sino se dedicaba a difamar y a conspirar contra nuestro país. Más claro que el agua.

   Cardet manipuló el hecho de que, según él, el gobierno impide a los médicos trabajar de manera independiente. Al respecto, manifestó: “…nosotros los profesionales de la medicina acá en Cuba no tenemos la oportunidad de ejercer nuestra profesión de manera independiente, solo se puede realizar a través de un vínculo con el Gobierno, con el Estado.”  El contrarrevolucionario parece haberse olvidado que Cuba invirtió cuantiosos recursos para que sirviera a sus conciudadanos, no para lucrar a costa de su profesión. Empero, su afán de lucro, lo ha llevado no solo a buscar esta vía alternativa de recursos, sino también a recibir ayuda financiera del exterior por vía de la servir como mercenario de organismos y naciones que sostienen una fuerte guerra ideológica contra Cuba.

  Cardet miente descaradamente cuando declara que el gobierno ejerce “una brutal represión” contra todo el pueblo. Con la más hipócrita postura, declaró su falacia: “Sí, sí, cómo no, acá en Cuba uno está consciente de que, por supuesto, la represión en Cuba es contra todo el pueblo, pero nosotros los del movimiento democrático cubano lo que recibimos son dosis mayores de represión, dosis mayores de acoso, de castigo.”  Al parecer Cardet ignora que nuestro pueblo logró eliminar con el triunfo de la Revolución una época oscura de la historia cubana y creó una sociedad justa en la que se respetan los derechos humanos del pueblo. Confundir una minoría provocadora y falsaria con el pueblo, es un acto deliberado de manipulación y una mentira sin parangón alguno.

  La “victimización” de Cardet es totalmente infundada pues existen mecanismos establecidos para reclamar cualquier medida laboral considerada injusta. También miente descaradamente cuando asegura estar imposibilitado de trabajar. ¿Será que no le gusta realmente doblar el lomo y el oficio de detractor le asegura mejores dividendos? La causa real es que el propio Cardet renunció a estar sindicalizado al desconocer al Sindicato de Trabajadores de la Salud Pública y tildarlo de “burla”. Él, solamente él, renunció a sus derechos como trabajador. Al respecto, declaró: “No tiene sentido pertenecer a un sindicato que no defiende en nada a los trabajadores. De hecho, como te decía, es una burla, es algo absurdo. El Órgano de Justicia Laboral, si es que pudiera existir algo de justicia, es un término bastante difícil de manejar y poco creíble.”

● Cardet miente también cuando reconoce que su reclamación a los órganos de justicia laboral es desesperanzadora, cuando “poderosas fuerzas” impedirán que reciba justicia. Además, es falso el que los miembros de este órgano no estén funcionando por enfermedad.

● Manipula un supuesto desamparo de sus pacientes, cuando realmente él prefirió viajar como mercenario viajero sin haberle preocupado el vacío que dejaba en la cobertura de salud a los mismos, en el Consultorio No.22 del reparto Santa Rita, en Velasco.

● Como era de esperarse, Cardet cuestionó la labor solidaria de Cuba hacia otras naciones, con el mismo manido argumento empleado por los ataques mediáticos anticubanos. La supuesta desprotección de los ciudadanos a causa de que los médicos realizan misiones en el exterior. Al respecto, dijo: “Hay zonas que están totalmente desprotegidas, que no están cubiertas. Lo que pasa es que el Gobierno maneja su estadística de manera muy inteligente para que ellos, no hay seriedad, no hay transparencia y no reconocen los baches tan grandes que hay. Ellos mismos lo dicen así, hay profesionales médicos en más de 70 países, más de 40 000. Imagínese y va a existir falta de profesionales aquí en Cuba, es lógico que sí, que sea algo automático.”

● Otra matriz de opinión impostada por Cardet en la entrevista es el cuestionamiento al sistema de enseñanza de nuestros futuros médicos, que viene a tono con el ataque mediático proveniente de los enemigos de Cuba. Al respecto, planteó: “Y, entonces desgraciadamente el proceso de enseñanza en Cuba se ha deteriorado en una manea alarmante, ha habido un desplazamiento de estudiantes hacia la periferia, como decimos nosotros, las facultades de medicina están virtualmente ocupadas por extranjeros, los cubanos están estudiando en policlínicos y en zonas donde no existen condiciones, ni las mínimas siquiera.”

Y tal como era de esperarse, Cardet recibió el premio por parte de los manipuladores de Radio Martí, quienes le prometieron apoyarlo en algún proyecto futuro en su comunidad, lo cual significa más dinero de la USAID para ser dilapidado a su antojo.

Radio Martí, para sazonar el manido tema de la supuesta persecución a los médicos “opositores”, recurrieron a la mercenaria Yasnay Lozada, miembro del grupúsculo Partido del Pueblo, tan desconocido como ella misma y que, posiblemente, no tenga más que unos pocos integrantes.

No hubo algo nuevo en las declaraciones de Yasnay, quien como una cotorra amaestrada se dedicó a manejar los mismos falsos argumentos que Cardet. Tampoco algo nuevo escuchamos de boca del doctor  Arnoldo de la Cruz Bayombre, integrante del grupúsculo UNPACU.

La verdad, sin embargo, queridos lectores está en los importantes logros de la medicina cubana, los que no pueden ser tapados con  un dedo y con la vil manipulación de difamadores por encargo.

Cuba, en 1959, contaba con una sola escuela de medicina en la Universidad de la Habana, con una reducida matrícula de 200 alumnos y cerca de 6 000 médicos ejerciendo, en su mayoría, la medicina privada. No importó que muchos de ellos marcharan a EE UU, dejándonos en total abandono en materia de salud.  Con solo 141 profesores de la Facultad de Medicina de La Habana, la revolución asumió el titánico reto de formar a las nuevas y necesarias generaciones de galenos. Hoy contamos con facultades que han graduado, hasta le fecha a 134 401 nuevos profesionales de la salud.

Otro logro evidente es el desarrollo de la industria farmacéutica cubana que ha permitido que el  65 por ciento de los fármacos que se expenden en el país son de producción nacional, todo ello pese al criminal bloqueo impuesto contra nuestra Patria.

Tal como señalara recientemente nuestro ministro de salud, Roberto Morales Ojeda, Cuba muestra una tasa de mortalidad infantil de 4,2 por cada mil nacidos vivos, la cifra más baja de la historia.

Las declaraciones viciadas de estos difamadores son desmentidas, nada menos que por la propia Organización Panamericana de Salud (OPS), la que reconoce que Cuba es el líder en el continente americano en densidad de recursos humanos en el sector de la sanidad, con 134,6 especialistas de salud por cada diez mil habitantes, dejando atrás a potencias como Estados Unidos y Canadá.

El reclamo de ayuda de estos mercenarios a través de Radio Martí, basado en la más vulgar falacia, no merece otra respuesta que la ofrecida por un viejo refrán: “Cubrir una falta con una mentira, es reemplazar una mancha con un agujero.”

Percy Francisco Alvarado Godoy

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