La emisora Radio
Martí trató de manipular en su programa Contacto Cuba, transmitido el pasado
día 9 de diciembre, a las 16 horas, con la conducción de los miembros de su
staff, Norma Miranda y Luis Felipe Rojas, el caso del contrarrevolucionario
Eduardo Cardet, miembro del grupúsculo Movimiento Cristiano de Liberación,
quien fuera separado de su cargo como especialista en medicina familiar, por
probadas indisciplinas laborales en el ejercicio de su profesión. El mismo
reside en el poblado de Velasco, municipio de Gibara, provincia Holguín.
Como gato patas
arriba, el aludido trató de desviar las verdaderas causas de su sanción
disciplinaria, aduciendo como causa su labor “opositora”. Dentro del contexto
de la entrevista, la falaz emisora trató de impostar las siguientes matrices de
opinión:
● Cuba separa
a quienes disienten de la política gubernamental de sus puestos de trabajo,
violando normas de la OIT.
● Las autoridades cubanas lo han despedido
luego de haber sido elegido como vicepresidente de la Organización Demócrata
Cristiana de América. Lo cierto es que este mercenario viajero realizó un
recorrido de más de 60 días por México y los EE UU, relacionándose con
elementos dedicados a atacar a su Patria y violando el permiso otorgado por 30
días, normativa establecida para este tipo de viajes. La violación de la misma
establece, no solo para los médicos, sino otros profesionales, la desvinculación
laboral del infractor. Esto es un hecho conocido por todos los cubanos. La
reforma migratoria establece que son las administraciones las que facultan la
prórroga del tiempo en el exterior, siempre que existan elementos
justificativos. Sin embargo, es cierto, Cardet no hacía simple turismo, sino se
dedicaba a difamar y a conspirar contra nuestro país. Más claro que el agua.
● Cardet manipuló el hecho de que, según él,
el gobierno impide a los médicos trabajar de manera independiente. Al respecto,
manifestó: “…nosotros los profesionales
de la medicina acá en Cuba no tenemos la oportunidad de ejercer nuestra
profesión de manera independiente, solo se puede realizar a través de un
vínculo con el Gobierno, con el Estado.” El contrarrevolucionario parece haberse
olvidado que Cuba invirtió cuantiosos recursos para que sirviera a sus
conciudadanos, no para lucrar a costa de su profesión. Empero, su afán de
lucro, lo ha llevado no solo a buscar esta vía alternativa de recursos, sino
también a recibir ayuda financiera del exterior por vía de la servir como
mercenario de organismos y naciones que sostienen una fuerte guerra ideológica
contra Cuba.
● Cardet miente descaradamente cuando declara
que el gobierno ejerce “una brutal represión” contra todo el pueblo. Con la más
hipócrita postura, declaró su falacia: “Sí,
sí, cómo no, acá en Cuba uno está consciente de que, por supuesto, la represión
en Cuba es contra todo el pueblo, pero nosotros los del movimiento democrático
cubano lo que recibimos son dosis mayores de represión, dosis mayores de acoso,
de castigo.” Al parecer Cardet
ignora que nuestro pueblo logró eliminar con el triunfo de la Revolución una
época oscura de la historia cubana y creó una sociedad justa en la que se respetan
los derechos humanos del pueblo. Confundir una minoría provocadora y falsaria
con el pueblo, es un acto deliberado de manipulación y una mentira sin parangón
alguno.
● La “victimización” de Cardet es totalmente
infundada pues existen mecanismos establecidos para reclamar cualquier medida
laboral considerada injusta. También miente descaradamente cuando asegura estar
imposibilitado de trabajar. ¿Será que no le gusta realmente doblar el lomo y el
oficio de detractor le asegura mejores dividendos? La causa real es que el
propio Cardet renunció a estar sindicalizado al desconocer al Sindicato de
Trabajadores de la Salud Pública y tildarlo de “burla”. Él, solamente él,
renunció a sus derechos como trabajador. Al respecto, declaró: “No tiene sentido pertenecer a un sindicato
que no defiende en nada a los trabajadores. De hecho, como te decía, es una
burla, es algo absurdo. El Órgano de Justicia Laboral, si es que pudiera
existir algo de justicia, es un término bastante difícil de manejar y poco
creíble.”
● Cardet miente
también cuando reconoce que su reclamación a los órganos de justicia laboral es
desesperanzadora, cuando “poderosas fuerzas” impedirán que reciba justicia.
Además, es falso el que los miembros de este órgano no estén funcionando por
enfermedad.
● Manipula un
supuesto desamparo de sus pacientes, cuando realmente él prefirió viajar como
mercenario viajero sin haberle preocupado el vacío que dejaba en la cobertura
de salud a los mismos, en el Consultorio No.22 del reparto Santa Rita, en
Velasco.
● Como era de
esperarse, Cardet cuestionó la labor solidaria de Cuba hacia otras naciones,
con el mismo manido argumento empleado por los ataques mediáticos anticubanos.
La supuesta desprotección de los ciudadanos a causa de que los médicos realizan
misiones en el exterior. Al respecto, dijo: “Hay
zonas que están totalmente desprotegidas, que no están cubiertas. Lo que pasa
es que el Gobierno maneja su estadística de manera muy inteligente para que
ellos, no hay seriedad, no hay transparencia y no reconocen los baches tan
grandes que hay. Ellos mismos lo dicen así, hay profesionales médicos en más de
70 países, más de 40 000. Imagínese y va a existir falta de profesionales aquí
en Cuba, es lógico que sí, que sea algo automático.”
● Otra matriz de
opinión impostada por Cardet en la entrevista es el cuestionamiento al sistema
de enseñanza de nuestros futuros médicos, que viene a tono con el ataque
mediático proveniente de los enemigos de Cuba. Al respecto, planteó: “Y, entonces desgraciadamente el proceso de
enseñanza en Cuba se ha deteriorado en una manea alarmante, ha habido un
desplazamiento de estudiantes hacia la periferia, como decimos nosotros, las
facultades de medicina están virtualmente ocupadas por extranjeros, los cubanos
están estudiando en policlínicos y en zonas donde no existen condiciones, ni
las mínimas siquiera.”
Y tal como era de
esperarse, Cardet recibió el premio por parte de los manipuladores de Radio
Martí, quienes le prometieron apoyarlo en algún proyecto futuro en su
comunidad, lo cual significa más dinero de la USAID para ser dilapidado a su
antojo.
Radio Martí, para
sazonar el manido tema de la supuesta persecución a los médicos “opositores”,
recurrieron a la mercenaria Yasnay Lozada, miembro del grupúsculo Partido del
Pueblo, tan desconocido como ella misma y que, posiblemente, no tenga más que
unos pocos integrantes.
No hubo algo nuevo
en las declaraciones de Yasnay, quien como una cotorra amaestrada se dedicó a
manejar los mismos falsos argumentos que Cardet. Tampoco algo nuevo escuchamos
de boca del doctor Arnoldo de la Cruz Bayombre, integrante
del grupúsculo UNPACU.
La verdad, sin
embargo, queridos lectores está en los importantes logros de la medicina
cubana, los que no pueden ser tapados con
un dedo y con la vil manipulación de difamadores por encargo.
Cuba, en 1959,
contaba con una sola escuela de medicina en la Universidad de la Habana, con
una reducida matrícula de 200 alumnos y cerca de 6 000 médicos ejerciendo, en
su mayoría, la medicina privada. No importó que muchos de ellos marcharan a EE
UU, dejándonos en total abandono en materia de salud. Con solo 141 profesores de la Facultad de
Medicina de La Habana, la revolución asumió el titánico reto de formar a las
nuevas y necesarias generaciones de galenos. Hoy contamos con facultades que
han graduado, hasta le fecha a 134 401 nuevos profesionales de la salud.
Otro logro evidente
es el desarrollo de la industria farmacéutica cubana que ha permitido que el 65 por ciento de los fármacos que se expenden
en el país son de producción nacional, todo ello pese al criminal bloqueo
impuesto contra nuestra Patria.
Tal como señalara recientemente nuestro
ministro de salud, Roberto Morales Ojeda, Cuba muestra una tasa de mortalidad
infantil de 4,2 por cada mil nacidos vivos, la cifra más baja de la historia.
Las declaraciones viciadas de estos
difamadores son desmentidas, nada menos que por la propia Organización
Panamericana de Salud (OPS), la que reconoce que Cuba es el líder en el
continente americano en densidad de recursos humanos en el sector de la
sanidad, con 134,6 especialistas de salud por cada diez mil habitantes, dejando
atrás a potencias como Estados Unidos y Canadá.
El reclamo de ayuda de estos
mercenarios a través de Radio Martí, basado en la más vulgar falacia, no merece
otra respuesta que la ofrecida por un viejo refrán: “Cubrir una falta con una mentira, es reemplazar una mancha con un
agujero.”
Percy Francisco Alvarado Godoy
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