Rumores
llegan… Rumores… Hace muchos días que vengo insistiendo en que a
Venezuela le están aplicando el mismo plan que a Siria. Es decir, crear
una “insurgencia local” entrenada y abastecida desde el exterior. La
serie de asesinatos de líderes locales “chavistas” crece sin que hasta
el momento sepamos cómo van las investigaciones del gobierno venezolano.
De las muertes se ha pasado a las desapariciones (como el caso del
querido camarada, Jorge Luis Martínez, del Barrio 23 de Enero), que son
parte del plan, y que sirve para crear zozobra, miedo, desconfianza en
el gobierno de Maduro.
Tras
la estruendosa derrota de la mercenaria oposición en Venezuela en las
pasadas elecciones municipales, no queda otra a sus patrocinadores que
acelerar una nueva intentona por destruir la Revolución Bolivariana. Ya
se encargaron de Chávez (porque no les quepa la duda que al Comandante
lo asesinaron), ahora tienen que barrer con su recuerdo y familia (Adán
Chávez denunció las amenazas).
Hace
unos días recibí de mis fuentes en Colombia y Venezuela que hay un
grupo élite paramilitar compuesto por 18 sujetos, entre hombres y
mujeres, internado en Venezuela desde hace ya unos meses y que tiene por
único objetivo dar un golpe de opinión para crear la atmósfera de
descontento de un sector de los “chavistas” contra el presidente Maduro,
a quién ahora, más que nunca, crecido y fuerte con el resultado
electoral, también tendrán en la mira. Los 18 paramilitares fueron
entrando paulatinamente por diferentes sitios entre Colombia y Venezuela
e incluso por vía marítima y aérea desde el extranjero.
Mis
lectores y radioescuchas saben que vengo denunciando un “Plan Pistola”
-que consiste en asesinar selectivamente personas representativas en
gobiernos o comunidades locales y que lo aplican contra los científicos
nucleares en Irán; contra ministros, profesores, periodistas, líderes
religiosos en Siria; que en Honduras lo comenzaron a aplicar después de
la visita de Uribe y después que la Policía de Colombia inició sus
“asesorías” -¡qué coincidencia!-; que lo aplicaron en Libia contra
líderes de las tribus, periodistas, niños y seguidores de Gadafi. “Plan
Pistola” que Pablo Escobar (cercano amigo de Álvaro Uribe) creó para
aterrorizar y obligar a ceder al gobierno ajusticiando policías y altos
cargos. Atando cabos informativos de los más recientes hechos de sangre
contra los camaradas líderes revolucionarios asesinados al más claro
estilo sicarial colombiano, sumado al atentado contra Eduardo Samán –que
denuncié desde estas Notas advirtiendo que no era un intento de robo
sino un atentado planeado por empresarios venezolanos en Colombia-, los
atentados al servicio de energía y petróleo nacional, los acaparamientos
de productos de primera necesidad, el pánico económico, el
desabastecimiento, los sobreprecios de los tiquetes aéreos para
desanimar el turismo hacia Venezuela y terminando con las recientes
denuncias de Adán Chávez, no puede haber lugar a dudas que algo grande,
muy grande, se está cocinando contra el querido pueblo de Bolívar. ¿Pero
qué?
“Van
a intentar robar el cuerpo del comandante Chávez”. Así me lo dijeron,
así lo cuento. Puede que el mausoleo donde descansan los restos del
comandante Chávez esté “custodiado las 24 horas”, pero es ahí donde sí
creo que puedan intentar dar el golpe.
Cuando
el M-19 anunciaba su aparición en Colombia, lo hizo robando señal de
televisión, poniendo anuncios en la prensa escrita, robando la espada de
Bolívar. Pero el gran golpe de opinión fue el robo de las armas del muy
vigilado Cantón Norte de Bogotá, Colombia, el 31 de diciembre de 1978.
Fue un golpe muy duro al militarismo colombiano que nunca fue superado
con la toma de la Embajada de República Dominicana (27 de febrero de
1980) y la muy desdichada toma del Palacio de Justicia (6 de noviembre
de 1985).
El
robo del cuerpo o de partes del cuerpo no es nada nuevo y sí encierra
un alto contenido político. El cuerpo del gran panfletista, Thomas
Paine, fue robado en protesta por la forma miserable y ruinosa en que
murió. La calavera del legendario Gerónimo, fue robada por estudiantes
de la secta secreta Skull and Bones de la Universidad de Yale, de la
cual hacía parte el abuelo de George W. Bush. El “Negro de Bañolas”, era
un cuerpo robado en África y llevado a Europa como exhibición por su
exótico color de piel. Estados Unidos no devolvió el cerebro completo de
Mussolini a su viuda Rachel y según se dice, mandó a robar la cabeza de
Pancho Villa. En Colombia, el ejército escondió los cuerpos de Camilo
Torres, Raúl Reyes y del “Mono Jojoy”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario