De manera altanera y desafiante, como el
déspota tiránico que da órdenes sabiendo que puede en cualquier momento acabar
con la vida de su esclavo, lacayo, subordinado o vasallo de manera impune, los
déspotas feudales del llamado “Consejo de cooperación del golfo” ordenan un
cambio de poder en Siria. El poder político en Siria goza de la plena
legitimidad de la revolución nacional liberadora de marzo de 1963 que con pleno
apoyo de la población llevó al poder al partido Baas sirio y a los sectores
progresistas y revolucionarios, a los obreros y campesinos.
¿Qué legitimidad tiene ese consejo?
Ninguna, están en el poder porque los
instalaron en él los servicios secretos de la potencia colonialo-imperialista
británica que había conquistado por las armas la península arábiga, en
particular Aden y otros puertos y se aprovechó de la derrota de las tropas
otomanas que administraban la región desde hacía siglos. Londres se apoyó en
unas pocas familias de ignorantes camelleros corrompidos para instalar regímenes
neocoloniales y feudales. El único régimen surgido del pueblo y de sus luchas
revolucionarias fue la República Popular Democrática de Yemen (RPDY)
lamentablemente entregado por sus autoridades del Partido Socialista yemenita a
la feudalidad noryemenita, otro agente servil al servicio del
imperialismo.
El carácter estratégico para los intereses de
la oligarquía imperialista mundial de estos regímenes se ha evidenciado hasta la
saciedad: con el acuerdo de apoyo mutuo entre Truman y la dinastía Saud, el
apoyo de la gendarmería francesa a esta dinastía criminal en 1981, la
intervención británica en apoyo al Sultanato de Omán frente a la revolución
nacional liberadora de Dhofar de los años 70, la brutal guerra de una inmensa
coalición dirigida por EEUU (lamentablemente con el apoyo equivocado de Hafez al
Assad) para recuperar el control de Kuwait liberado por las tropas iraquies en
1990, hoy el apoyo activo y de primera fila del régimen tiránico saudita contra
las revoluciones en marcha o en el poder en Libia, Egipto, Túnez, Yemen, Siria y
Bahrein incluyendo el despliegue de tropas, los bombardeos aéreos, la
financiación de ejércitos mercenarios, la compra y soborno de políticos
venales.
El jeque de Qatar Al Thani en compañia de una
lider israeli.
¿Es seguro que el príncipe saudita Bin Laden,
viejo agente de la CIA, ha sido eliminado por sus antiguos amos?
Estos regímenes enriquecidos por la venta
petrolera y gasera al imperialismo, a China y otros países no son mas que una
fuente permanente de inestabilidad al ser una enorme barrera contra las luchas
populares. Todo lo que tocan lo destruyen, ensucian y corrompen: la OPEP, el
islám, la Liga árabe, la Organización de cooperación islámica, las Naciones
Unidas, la OLP y los No Alineados.
Deben ser expulsados de todas partes y tratados
como apestados incompatibles con las normas mínimas de decencia que deben regir
toda relación entre humanos. Han sobornado recientemente a una parte de Hamas
palestina, manipulan a placer a los Hermanos Musulmanes en el poder en Túnez y
Egipto, han destruido hasta los cimientos a Libia y ahora se esfuerzan en
liquidar el islam propiamente libio para imponer su versión repugnante,
falsificada y corrupta del Sagrado Corán. La dignidad del presidente Al Assad y
su coraje antimperialista desespera a esos camelleros ignorantes envueltos en
sus túnicas de seda con las que disimulan las gorduras de su vida muelle y su
abundante ingesta de cerdo y alcohol.
Los pueblos árabes recuperarán su unidad y su
proyecto nacional tras liquidar y derrocar hasta sus raíces este verdadero
cáncer anti árabe que son las monarquías totalitarias feudo-petroleras
manipuladas por la CIA y el Mossad.
Fuente : Resistencia en Libia
Publicado por digital para ojos para la paz el 9/10/2012 02:55:00 p.m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario