Amnistía
Internacional, en su página web, en su sección Actúa, en abril de 2012,
pedía la colaboración de los ciudadanos e indicaba que ya había recogido 11.962
firmas para supuestamente pedir el fin de la represión en Siria. Encabezaba el
titular como: ¿Por qué calla el mundo ante la situación en Siria?,
mencionando en el texto que estaban haciendo presión, y pidiendo ayuda para
hacerla, hacia gobiernos como: Brasil, India o Sudáfrica, con el fin de que
“demuestren su liderazgo apoyando una resolución firme y jurídicamente
vinculante que ayude a parar el baño de sangre en Siria”. ¿A qué tipo de
resolución se refiere Amnistía Internacional? ¿A una como la 1973 aplicada a
Libia? ¿A la supuesta Responsabilidad para Proteger que ha conducido a la
destrucción del país libio y a la llegada de los fundamentalistas islámicos
junto a los miles de asesinatos y violaciones? ¿A otro bombardeo criminal de
la OTAN matando miles de civiles? Preocupan estas cosas. Aunque
Amnistía Internacional (AI) pueda decir que no aprobaba todo esto, sí aprobó la
actuación de Naciones Unidas en Libia y lo hizo amparándose en datos falsos,
como hemos visto en el capítulo sobre los medios de comunicación. Gadafi no
bombardeo ni atacó a la población civil, no había motivos para ninguna
intervención militar. Y no debe de olvidar AI que esa Responsabilidad para
Proteger elaborada en 2005 no está en la Carta de las Naciones Unidas, porque es
un cajón de sastre que puede valer, como ha valido en Libia, para arruinar a un
país y condenarlo a la represión y muerte real ejercida por los islamistas y a
la explotación colonial exterior. Siguiendo con ese comunicado vemos que
culpabiliza de las muertes de civiles a las fuerzas de seguridad sirias y no
habla para nada de los extremistas islámicos que han entrado en el país, que
como bien debe saber AI están extendiendo el terror y causando estragos en la
población civil, ya comentados también en el anterior apartado.155,
161 Tampoco dice nada sobre que ya, hacia finales del año 2011, más de
2.000 muertos eran de las propias fuerzas de seguridad sirias, algo llamativo.
Si hubiese 2.000 soldados israelíes muertos en una lucha con los palestinos,
¿qué pasaría?, ¿qué no se justificaría para aprobar las acciones militares de
Israel?, mejor no preguntarlo, creo, porque con tan solo dos o tres soldados
israelís muertos se justifican bombardeos que matan a millares de civiles.
Respecto a las muertes de civiles, de acuerdo a las investigaciones con rigor, son principalmente responsables las organizaciones islamistas financiadas desde el exterior, 155, 162 y esto no se menciona en el informe de AI. Otra cosa que llama la atención es que no cita las fuentes de donde han obtenido esa información y, esto, es necesario. Amnistía Internacional, como ya hemos comentado, lanzó informaciones que no eran ciertas, como el caso de la mujer, Zeinab al-Hosni, que supuestamente había sido: “decapitada, mutilada y despellejada en una cárcel Siria”, pero que luego apareció viva. ¿Qué pretende Amnistía Internacional con esto? ¿Culpabilizar de todo al gobierno sirio y callar ante otras atrocidades incluso mayores cometidas por los fundamentalistas y quienes les apoyan? Amnistía tampoco ha demostrado todavía con pruebas los crímenes de civiles atribuidos al gobierno.
¿Por
qué el mundo calla? o ¿por qué Amnistía calla ante ciertas cosas? ¿Quieren hacer
el clima favorable a una guerra? Desde luego sus hechos no son ni de lejos los
que corresponderían a una organización ecuánime y que realmente busca proteger
los derechos humanos y la paz.
AI
ya había mostrado su parcialidad, falta de rigor y de ética informativa y
humanitaria el 25 de octubre de 2011 en su informe: Crisis Sanitaria,
sobre los hospitales en Siria, en el que
indicaba cosas como que ciudadanos heridos en las protestas “habían sido
agredidos físicamente en los hospitales del gobierno por la plantilla médica, y
en algunos casos se les negó el cuidado médico, mientras otros que habían sido
llevados al hospital fueron detenidos o habían simplemente desaparecido”. Estas
“informaciones” fueron claramente criticadas por el profesor Franklin Lamb, que
además era miembro de Amnistía, porque no estaban basadas en fuentes fiables y
verificadas, entre estas fuentes estaba Al Jazeera, en manos de la
dictadura catarí, cuyo papel y sesgo descarado en la cuestión Siria es obvio
dada su enemistad con el gobierno de este país. Pero lo que es más grave e
importante, se volvía a acusar sin evidencias, según indica Lamb. Este profesor
además había estado visitando varios hospitales sirios recientemente y les
comentó lo que había dicho AI, que por cierto no había contactado con ninguna
plantilla médica e indicaba que se basaba en un testigo anónimo. El personal
sanitario calificó lo dicho por AI como una “difamación gratuita de la comunidad
médica siria”. Franklin Lamb ofrece los nombres de los doctores y los lugares
donde estuvo, así como el contacto por teléfono o por mail para hablar incluso
con los pacientes. Termina su artículo indicando:
El hecho de que AI parezca
haber sido algo perezosa en su trabajo y continúe dándole mucha publicidad a su
profundamente errónea “investigación” es clamoroso.
AI además falló en cumplir con
el estándar de trabajo de investigación, que quienes continuaremos en apoyar y
respaldar su trabajo por los derechos humanos
esperamos.164
Además
AI, en otra campaña de las suyas que pretende centrar las iras de la gente en
alguna persona demonizada, acusaba al gobierno sirio de cometer crímenes contra
la humanidad y de haber matado a centenares de mujeres, además de cargarle con
6.000 muertos, otra vez todos para el gobierno y sin aportar pruebas, y sin
mencionar a los terroristas islámicos. En esta campaña, además,
solicitaba que se enviasen cartas a la mujer de Assad para que interviniese y
parase esa supuesta masacre de mujeres que hacía su marido. No hace falta decir
que esa misma carta y esa misma campaña la podía haber hecho enviándosela a
Hillary Clinton, responsable directa del brutal ataque de la OTAN y de los
islamistas sobre Libia, que ha matado miles de civiles, entre ellos muchas
mujeres y niños, y que ha conducido a que muchas mujeres libias hayan sido y
sean objeto de violación, humillación y discriminación por los fanáticos que
controlan ahora el país. Amnistía Internacional no envío, como era de esperar,
ninguna carta a la Sra. Clinton, lo que muestra su hipocresía y falsedad, porque
en este caso sí tenía unas pruebas contundentes con hechos reales y crímenes
reales, pero aquí no actuó. Si además decimos que como Directora Ejecutiva de AI
en EE.UU. está Suzanne Nossel, asistente de Hillary Clinton y ex asistente de
Richard Holbrooke, famoso este también por sus falsedades en la guerra en
Yugoslavia, entonces se entiende todo. También la función y el papel de
Amnistía. Sobre la Sra. Nossel la Red Voltaire comenta lo
siguiente:
El consejo de
administración de Amnesty International USA estimó que el trabajo de Suzanne
Nossel en las administraciones de los presidentes Bill Clinton y Barack Obama
constituye una garantía de su competencia, obviando sin embargo los crímenes que
ambas administraciones cometieron en Yugoslavia, Afganistán, Irak y Líbano,
entre otros países.
La señora
Nossel dio inicio a diversas campañas contra Irán, Libia y Siria. En los últimos
meses se destacó en la campaña de mentiras destinada a intoxicar el Consejo de
Derechos Humanos, con sede en Ginebra, para lograr que el Consejo de Seguridad
de la ONU adoptara una resolución que autorizara la guerra contra Libia.
Finalmente las acusaciones de la señora Nossel quedaron
desmentidas.166
Sin
ir más lejos, la propia Nossel, a la cabeza de
Amnistía Internacional USA, invitó a Madeleine Albright y a otros
oficiales del Departamento de Estado para hablar en su fórum de
mujeres de la OTAN; y no era la primera vez que parecía hacer migas AI con la
secretaria de Estado responsable de decir que las sanciones que provocaron
la muerte en Irak, por las sanciones económicas, de posiblemente
más de un millón de civiles, la mayoría niños, valían la pena, que era un precio
que valía la pena pagar. ¿No debería haber llevado Amnistía a Albright y a otros
como Bush, Chenney o Blair ante una Corte Penal Internacional? No, no los
llevaron, no lo creyeron oportuno, en cambio sí fueron a por los enemigos
oficiales de la administración estadounidense, tuviesen o no culpa en delitos
contra los derechos humanos.
Poco
después de convertirse en Directora ejecutiva, Nossel, en enero de 2012, moderó
una mesa redonda en el Wellesley College, compartiendo mesa con Albright.
Y allí, en esa misma mesa, incitó de la siguiente forma no a la paz y al
diálogo, sino más bien a la agresión militar, como se hizo en Libia,
falsificando claramente los hechos y sucesos en Siria:
Ahora como cabeza de Amnistía
Internacional-USA, un punto de gran frustración y consternación para las
organizaciones de derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil
durante los últimos ocho o nueve meses, ha sido el fracaso del Consejo de
Seguridad de la ONU para abordar, de alguna forma, las muertes de ahora 5.000
civiles en Siria por parte del presidente Assad y su
ejército.166f
¿De
qué fuente?, ¿de qué informe o informes con rigor puede Amnistía decir que el
gobierno es responsable de la muerte de 5.000 civiles? ¿Es necesario que
recordemos lo que están diciendo los informes realizados por los investigadores,
que en cada caso estudiado con cierto rigor han atribuido las muertes
deliberadas de civiles fundamentalmente y principalmente a los fundamentalistas
islámicos, que en su gran mayoría provienen del extranjero? Recordamos algunos
de ellos para su consulta en la bibliografía: 155, 161, 162, 166a, 166b,
166c, 166d, 166e, 170
Amnistía
parece que a base de repetir algo una y otra vez, como hacen los medios de
comunicación de las corporaciones, quiere convertirlo en evidencia; los hechos,
sin embargo, son diferentes. Toda esta falsedad y este juego poco limpio de esta
organización supuestamente humanitaria le pasará factura en el futuro, porque no
podrá decir que estaba interesada en resolver un conflicto, en apostar por la
paz y los derechos humanos, sino que lo que realmente está haciendo es servir al
juego de los intereses del poder, a los intereses de las corporaciones. Hasta
tal punto es así que la propia Nossel, en ese discurso, se lanzaba a afirmar en
un lenguaje bélico y despiadado lo que ni Albright ni el propio Obama se
atreverían a decir en público por pudor:
La primavera pasada el Consejo
de Seguridad consiguió formar una mayoría para una acción enérgica en Libia y
fue al principio muy controvertido, [causando] muchos recelos entre los miembros
del Consejo de Seguridad. Pero Gadafi cayó, ha habido una transición allí y creo
que uno habría pensado que esos recelos se habrían apagado. ¿Cómo explicarían
esto y cuál creen que es el ingrediente que falta para romper el estancamiento y
conseguir que el Consejo de Seguridad esté a la altura de sus responsabilidades
en Siria?166f
Coolen Rowley,
el analista que comenta este discurso, dice cómo hasta la
experimentada Albright se veía sorprendida por esa actitud tan directa de
la directora de Amnistía Internacional y como ella y otros se mostraban
escépticos sobre lo que se podría conseguir con un ataque a través de bombardeos
como se hizo en Libia. Esto es triste, que hasta los más
experimentados responsables de guerras se muestren más cautos y
cuidadosos en el tema de la guerra que una supuesta organización humanitaria,
dice mucho sobre Amnistía y dice muy mal. Los miles de civiles muertos por el
bombardeo de la OTAN y por los fundamentalistas islámicos que han invadido el
país convirtiéndolo en una ruina social y económica parece que no suponen gran
cosa para esta organización; llamándolo acción enérgica y olvidándose de sus
desastrosas consecuencias para los derechos humanos y las vidas de muchas
personas.
Tony
Cartalucci, el experto analista político estadounidense, recuerda que Amnistía
Internacional recibe financiación del Open Society Institute de George
Soros, además del Departamento para el Desarrollo Internacional de Gran Bretaña
y de la Unión Europea. Demasiados intereses y demasiados vínculos al mundo del
poder y de las corporaciones como para esperar justicia y ecuanimidad en sus
actuaciones. Y de hecho su comportamiento, como lo estamos viendo, lo delata
claramente.
En
el caso sirio ha seguido con su campaña y sus acusaciones,
también, cómo no, contra Rusia: Rusia: no más excusas, plántate contra el
baño de sangre en Siria, indicaba la organización. Cuando Rusia lo que ha
hecho en realidad es pedir un diálogo para solucionar los problemas y a
diferencia de otros países e instituciones también ha denunciado la violencia de
los grupos islamistas armados. Pero no quiere caer en el error y en la locura
que supuso la anterior actuación de las Naciones Unidas en Libia, que permitió
el criminal y despiadado bombardeo de la OTAN.
Amnistía perversamente intenta
tergiversar en torno a la violencia y malestar claramente fomentado por
occidente dentro de Siria como de alguna forma el resultado del rechazo de Rusia
a capitular ante otra intervención de la OTAN. Una intervención, debe ser
indicado, que seguro que va a crear una gran extensión de la violencia,
divisiones étnicas y derramamientos de sangre a lo largo de Siria, además del
saqueo por las corporaciones occidentales deseosas de ocupar el vacío cuando el
poder nacionalista sirio sea quitado violentamente como fue en
Libia.167
Amnistía
no habla de la financiación y apoyo exterior a los fundamentalistas que han
entrado en Siria, algunos de ellos procedentes de Libia. Ni tampoco de la
participación de los servicios de inteligencia estadounidenses, británicos o
incluso israelíes en el proceso de desestabilización de Siria.168,
169,170
La
respuesta al doble rasero e hipocresía de Amnistía Internacional cuando indica:
“¿Cuántas víctimas más deben sufrir antes que Rusia tome una postura decisiva
contra los crímenes contra la humanidad en Siria?”, puede ser una pregunta más
contundente todavía:
¿Cuántas víctimas más deben
sufrir antes de que el mundo tome una postura decisiva contra Wall Street y
Londres en su matanza global extendiéndose de Libia a Siria, en Irán, a lo largo
de Irak y en las montañas y pueblos de Afganistán?167
Me
da la impresión que AI no va a hacer campaña contra esta barbarie mucho mayor y
que tiene un claro causante.
¿AI
defiende los derechos humanos o qué defiende? Atacar al débil y hacer
reverencias y favores al poderoso no es propio de una organización humanitaria,
sino de la servidumbre, con incluso implicaciones criminales.
De:
Mikel Itulain. JUSTIFICANDO LA GUERRA.
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