La prensa mundial y círculos políticos debaten
animadamente la nueva información que directa u oblicuamente revela que
los delincuentes de la Maidán no son independientes en su lucha por
convertir Ucrania en un “territorio de la revolución y ni hablar de
representar los intereses del pueblo. Pues, por distintas fuentes, se
supo que los francotiradores que operaban en Kiev podrían estar
vinculados a cabecillas de la oposición, que EEUU y Europa estuvieron
financiando largo tiempo el movimiento de protesta y que a la capital de
Ucrania fueron enviados cientos de mercenarios foráneos.
Por segundo día, las agencias mundiales difunden la transcripción de la conversación telefónica de Catherine Ashton,
número uno en la política exterior europea, con Urmas Paet, el titular
de Exteriores de Estonia. El diplomático estonio asevera que muchos
factores revelan el vínculo de los cabecillas políticos de la Maidán con
los francotiradores que dispararon en Kiev contra manifestantes y
fuerzas del orden. Paet expresa que expertos en Ucrania estudiaron las
pruebas para confirmar esta información. La cancillería de Estonia
ratificó el carácter genuino de las conversaciones telefónicas.
Es cierto que el secretario de Estado de EEUU, John Kerry,
y diversos homólogos de la UE, en una conversación con el ministro de
Exteriores de Rusia, se negaron a comentar este tema. Esto es
perfectamente explicable, porque tal planteamiento echa por tierra la
concepción occidental de la “insurrección popular en Ucrania, y de la
actividad desmesurada de Rusia, a juicio de los estrategas
estadounidenses y europeos en el campo ucraniano. El caso es que los
políticos occidentales se empeñan por todos los medios en guardar las
apariencias, aunque estén embarrados hasta los codos, considera el
senador Ígor Morózov:
–No
pueden actuar de otra manera. Imagínense que respaldan al neonazismo y
al ultranacionalismo, que es condenado en todos los niveles en Europa.
No hace mucho, en la APCE se llevaron a cabo una conferencia y una
reunión plenaria sobre el combate de estos grupos radicales y la
discriminación racial y, de repente, todo eso da un giro de 180 grados. Y
se aclara que los países líderes de Europa respaldaron al Gobierno que
se encaramó en esa ola.
El efecto del contenido
de la conversación de Ashton y Paet intensificó la declaración de Scott
Ricard, exfuncionario de la Inteligencia de EEUU, quien asevera que
Washington y la UE fraguaron activamente, durante años, la Euromaidan.
Los gastos estatales directos de solo EEUU, para la organización de las
protestas rebasaron los cinco mil millones de dólares. A propósito, esa
cifra justamente figuraba en diciembre del año pasado, solo que para un
objetivo más decente. Entonces, la asesora del secretario de Estado
norteamericano, Victoria Nuland, reconoció que su país “había gastado en
el desarrollo de la democracia en Ucrania” esos mismos cinco mil
millones . Las inversiones, como se puede observar, fueron más que
eficaces.
Está claro que a Occidente se le fue la mano
porque corrió la sangre, y en Ucrania reinó la anarquía con mayúsculas.
Los pogromos políticos y los crímenes comunes de extremistas y neonazis
tienen lugar a diario. Pero, todo parece indicar que el mundo occidental
no piensa detenerse. Se han conocido informaciones de que unos
trescientos mercenarios fueron trasladados a Ucrania, incluso de EEUU
con una gran experiencia en operaciones en puntos neurálgicos como
combatientes de organizaciones militares particulares, distribuidas en
EEUU. Además, tales organizaciones, léase “bandas”, cumplen tareas
maliciosas, reñidas del todo con las normas internacionales vigentes. El
funcionario de una de ellas, Nil Ellis, define el principio de labor de
tales estructuras:
–Ellos
simplemente informan: “Tenemos un trabajo para ti y el sueldo es
tanto”. “Bien”, respondes tú, y preguntas. “¿Es legal?” Ellos responden
si sí o no. Si te parece bien la respuesta partes de inmediato. Lo único
que es necesario es estar siempre dispuesto a escapar.
El
ubicuo politólogo estadounidense Lyndon Larouche expuso su punto de
vista sobre los hechos en Ucrania y del papel de los países occidentales
en ellos:
–Nadie
desearía ahora involucrar sus unidades paramilitares en un conflicto con
Rusia. Pero, existen determinadas agrupaciones que por más dinero están
dispuestos a todo. Son personas insensatas. Pero, pienso que la mayoría
de las organizaciones militares de EEUU no desean conflictos. Todo lo
que se hace ahora contra Rusia es una provocación en busca de conflictos
más globales.
Lyndon Larouche añade que el
Gobierno de EEUU, de facto, respalda a los nazis ucranianos confesos que
no ocultan sus ideas. Rusia puede próximamente proponer a la UE
realizar una investigación objetiva conjunta de los disparos y de otras
acciones ilegales. La reacción de Bruselas a esta propuesta será una
suerte de prueba de fuego para los verdaderos objetivos de Occidente en
el país, el cual con su ayuda está ya a las puertas de una guerra civil.
La Voz de Rusia
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