Según las últimas
encuestas, se da preferencia a los estados miembros del BRICS, donde el
crecimiento económico continúa incluso durante la crisis. En este
sentido, Rusia atrae a los europeos con su estabilidad y previsibilidad,
lo que falta hoy en sus países. Otra causa de tal interés es la escala
plana del impuesto de utilidades, una de las más bajas entre los países
del G 20.
El tema de la crisis europea del
endeudamiento es central ya no el primer año en el Foro Económico de
Davos. Pero, esta vez es examinado no solo desde la vertiente de la
búsqueda de las vías de su solución. La política de austera economía
presupuestaria es la realidad en la que existe ya Europa. Y las
consecuencias de las medidas ya adoptadas no alientan a la gente. El
jueves han sido publicadas nuevas cifras de paro en España: el 26 %. Es
el nuevo máximo histórico. No es mejor la situación de Grecia. La
estadística sobre el desempleo juvenil es aún peor. En estos países uno
de cada dos jóvenes no tiene perspectiva alguna. No es de extrañar que
los europeos jóvenes se vayan del Viejo Mundo y encuentren trabajo, a
menudo mejor pagado, en países en desarrollo. Es muy decidora la
situación de Portugal: sus ciudadanos lparten en busca de una suerte
mejor a Brasil y Mozambique, no hace mucho ex colonia portuguesa. Este
proceso es natural, considera el sociólogo Nikita Pokrovski.
—El
proceso de globalización influye en que el mercado del trabajo envíe a
los jóvenes a aquellas zonas en las que el nivel de desempleo es más
bajo. Lo nuevo consiste tan solo en que antes creíamos que de los países
en desarrollo había que ir a Europa Occidental y a EEUU, pero ahora
vemos modelos opuestos: de estos países los especialistas se van a los
del BRICS, por ejemplo la RSA ofrece ahora muchas posiciones. Lo mismo
pasa en Rusia.
Es muy demostrativo el personal de esta migración laboral, señala el economista Vasili Koltashov.
—Abandonan
activamente la UE personas con buena instrucción y calificación. Se van
a aquellos países que antes eran considerados periféricos y allí ocupan
las posiciones superiores en la clase media. O se marchan obreros
calificados que van a parar justo a las clases medias. Yo sé que
personas bien instruidas abandonan Europa del Norte, Francia y Alemania.
En lo que se refiere a Grecia, mis conocidos van de aquí a Rusia. En
general, Rusia es considerada como un lugar de emigración de
trabajadores calificados de Europa.
Ciudadanos
de la UE llegan a Rusia a pesar de todos los “horrores” sobre la
situación política y económica del país, que a diario aparecen en la
prensa occidental. Y los europeos se convencen in situ de que la
situación, hablando con eufemismo, es otra, dice el politólogo Boris
Kagarlitski.
—Rusia,
desde el punto de vista de un europeo occidental, es un país donde hoy
hay mucho dinero y existe cierta estabilidad. Y aquí se brinda la
posibilidad de trabajar en su profesión. Además, Rusia tiene una ventaja
más: es un país donde hay museos, exposiciones, teatros, un medio
cultural.
Una ventaja de no poca
importancia, estiman los especialistas, es la escala de impuesto de
utilidades. Esta escala no es progresiva, es decir no depende del nivel
salarial. Para los rusos la tasa es del 13 %. Para los extranjeros es
más alta pero incompatible con las europeas. Y lo fundamental consiste
en que no depende de los ingresos. Como mostró el ejemplo de Francia,
este último factor vuelve para los habitantes del país bastante
importante en la decisión de mudarse a otro país.
Autor: María Vesnóvskaya
La Voz de Rusia
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