Foto: Referencial
¿Sabía usted que la Agencia Central de
Inteligencia de los Estados Unidos, más conocida por sus siglas en
inglés: CIA, tiene un “plan secreto” para cometer una serie de
atrocidades en Ecuador que van desde el asesinato del presidente de la
República, la comisión de un fraude electoral para que no gane la
reelección, hasta un golpe de Estado, y todo ello con la participación
de oficiales ecuatorianos, chilenos y obviamente estadounidenses?
Seguramente usted ha estado muy
entretenido (o bostezando de aburrimiento…) con la campaña electoral que
no ha podido percatarse de esta planetaria conspiración en contra de
nuestra Banana Republic, cuyas piezas han venido siendo lanzadas poco a
poco como quien prepara el desenlace de un cuento de suspenso.
Un cuento de suspenso que no ha tenido
miramiento en poner en entredicho nuestras relaciones con países como
Chile o Estados Unidos con tal de darle ciertos visos de credibilidad y
legitimidad a las acciones o reacciones que dentro y fuera serán
necesarias adoptar para asegurar la continuidad de un proyecto político
totalitario.
La acusación de que el gobierno de
Estados Unidos, a través de la CIA, planea asesinar al presidente Correa
es un asunto serio. El silencio de Washington es obviamente explicable.
¿Puede el presidente Obama tomar realmente en serio a un estado
dirigido por una gente que con tal de ser llamados “doctores”,
“economistas” o “ingenieros” han llegado al extremo de falsificar sus
títulos profesionales o plagiar sus tesis de grado? ¿Puede Washington
responder los insultos dirigidos al presidente Obama acusándolo de
“doble moral” cuando quien así se expresa mantiene asilado en Londres a
un presunto violador sexual con el pretexto de que es un defensor de la
libertad de expresión, mientras que en Ecuador no se cansa de perseguir,
hostigar y sancionar a periodistas y ciudadanos por el delito de
disentir y expresarse en los medios o en las calles?
Mientras el cuento de la conspiración de
la CIA era materia de consumo interno el tema parecía destinado a
languidecer en la borrasca de la abulia criolla. Pero resulta que ahora
con el desesperado afán de darle cierta proyección internacional a esta
payasada, dos individuos han ingresado a la Embajada de Ecuador en Chile
alegando que temen por su vida por haber develado el macabro plan
contra la revolución ciudadana por parte de Estados Unidos y oficiales
de inteligencia de Chile. Uno de estos “perseguidos” coincidentemente
fue recibido en su momento por nuestro gobierno como el oráculo de
Delfos.
Ya suficiente daño hemos hecho a
nuestras tradicionales relaciones con Chile luego de nuestra
zigzagueante posición con respecto a nuestra interpretación de los
tratados de Lima sobre el mar territorial, que tanto la ha celebrado
Perú en La Haya. Ya bastante tenemos con nuestras relaciones con Irán,
en violación de resoluciones de la ONU, y de las que Pedro Delgado debe
saber mucho. Como para venir ahora a acusar al presidente Obama de
planear asesinatos, golpes y fraudes electorales en nuestro país.
Por: Hernán Pérez Loose.
Tomado de http://www.generaccion.com
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