Marco Antonio Rubio simboliza a un sector de creciente peso en la economía de EU.
Pudo haber sido el candidato sorpresa,
el arma que frenara con audacia la reelección de Barack Obama en
noviembre, pero los prejuicios, la xenofobia y la paralísis ideológica
que inmovilizan al Partido Republicano impidieron que Marco Antonio
Rubio fuera seleccionado por Mitt Romney como su abanderado a la
vicepresidencia.
Pasados los comicios, a la luz del
financiamiento superior y de la aplastante 'minería de votos' que
desplegó en la campaña Obama, beneficiado incluso por el golpe del
huracán Sandy en la costa noratlántica de Estados Unidos ante un
adversario torpe y rígido, resulta claro que Rubio habría desempeñado un
mejor papel en el ticket que el diputado federal Paul Ryan, portavoz de
la dureza fiscal conservadora, pero a fin de cuentas un clón de Romney y
del establecimiento que fue presa fácil del número dos de la Casa
Blanca, Joe Biden, durante su debate.
Hoy, sin embargo, como reconoció John
McCain, quien retoma el espíritu reformista que abandonó al enfrentar a
Obama en 2008 -presionado por la ultraderecha del 'Gran Viejo Partido'
(GOP), exigió cerrar la frontera con México-, la política les brinda una
nueva oportunidad de mejorar sus números entre los hispanos, y es que
la primera minoría étnica de EU representó al 10% de los votantes en
noviembre, grupo que en más de 70% se pronunció a favor del mandatario
demócrata; la ecuación demográfica no pasó inadvertida para Rubio, quien
manifestó su apoyo para el plan Dream de regularización de jóvenes
migrantes, desarmado por la hostilidad de Romney y la pausa de dos años
en las deportaciones ordenada, en una gran jugada electoral, por la Casa
Blanca.
No hay duda de que Rubio simboliza a un
sector de creciente peso e influencia en la economía, la cultura y la
política del país vecino, pero también es sensible al tema de la
inmigración porque uno de sus abuelos cubanos, indica AP, arribó a
Florida en 1962 y fue detenido. Un juez migratorio ordenó su expulsión,
aunque las autoridades se hicieron de la vista gorda -estamos hablando
del año en que se vivió la crisis de los misiles soviéticos en la isla,
en plena Guerra Fría-, y 4 años más tarde solicitó la residencia.
Bendecido
Nacido en Miami en 1971, de padres que
emigraron de Cuba en 1956, el senador Rubio ha protagonizado una exitosa
carrera que lo llevó a los 28 años a la Cámara de Representantes
estatal, bendecido por la diputada federal Ileana Ros-Lehtinen, vocera
del exilio anticastrista y Jeb Bush, exgobernador de Florida y hermano
de George W. Bush. Elegido al Senado en 2011, ha sabido apartarse del
extremismo del Tea Party a buena hora, sin descuidar las credenciales
necesarias para que el GOP, ávido de nuevas figuras, pueda estudiar su
nominación al Ejecutivo, respaldando, por ejemplo, la tenencia de armas,
el espionaje telefónico de la Ley Patriota, ya que los 'terroristas
radicales islamistas' constituyen la mayor amenaza para la seguridad de
EU, y la eliminación de impuestos a la propiedad.
Su apuesta por la iniciativa de reforma
migratoria que anunció ayer con 7 colegas en el Capitolio, si bien
gradual, puesto que implicaría en muchos casos años de espera para los
indocumentados, y que todavía tendrá que superar duras negociaciones con
la Cámara baja y la Casa Blanca, puede transformarse en la plataforma
de su candidatura. 'No será fácil. Requerirá tiempo y determinación',
advirtió sobre los cambios legales el senador Richard J. Durbin.
Por Gabriel Moyssen
Tomado de http://www.elfinanciero.com.mx
Nota del administrador:
Particularmente, Marco Rubio se encuentra alineado a la extrema derecha norteamericana y a las posiciones más recalcitrantes con respecto a Cuba. No cabe la menor de las dudas que es una carta futura para los republicanos ante el desgaste que ha sufrido ante la opinión pública norteamericana.
El manejo de la reforma migratoria es una acción hipócrita encaminada a desbancar a los demócratas en el plano de las decisiones políticas y representa un cambio de imagen forzado.
Miembro activo de la mafia anticubana, ante el arribo de una derecha más moderada, encabezada por Joe García y las aspiraciones de Raúl Martínez, la derrota de David Rivera, la caída de Ileana Ros-Lehtinen y el escándalo que envuelve a Bob Menéndez, Rubio, junto a Mario Díaz Balart, pretende lograr un mayor posicionamiento en el panorama político. Sin embargo, estos últimos dos tienen tejado de vidrio y, en cualquier momento, este puede quebrarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario