Así
señaló La Habana en una declaración oficial divulgada el miércoles
pasado. A cambio, la Isla exige excarcelar a cuatro agentes cubanos que
cumplen prisión en el país norteamericano. Se trata de Gerardo
Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González.
Acusados de espionaje, todos fueron arrestados en Miami en 1998 y en
2001 condenados a diferentes penas, incluyendo dos cadenas perpetuas.
"Cuba
comprende las preocupaciones humanitarias que concurren en el caso del
señor Gross, pero considera que el Gobierno de Estados Unidos tiene
responsabilidad directa por su situación y la de su familia y, como tal,
debe trabajar con el Gobierno cubano en la búsqueda de una solución",
respondió La Habana a través de la televisión estatal a Washington, que
exigió nuevamente el martes la liberación de su ciudadano. Según declaró
la directora para EEUU de la Cancillería cubana, Josefuna Vidal, la
solución para Gross debe realizarse "sobre bases recíprocas que
contemplen las preocupaciones humanitarias de Cuba vinculadas al caso de
los cuatro cubanos luchadores antiterroristas que están presos en EEUU"
y "cumplen prolongada e injusta prisión por delitos que no cometieron y
que nunca fueron probados".
Hay
que decir que este martes se cumplió el cuarto aniversario de la
detención de Gross, subcontratista de la Agencia Estadounidense para el
Desarrollo Internacional (USAID). Con motivo de esta fecha, el preso de
sesenta y cuatro años ha enviado una carta al presidente Barack Obama,
en la que afirma que se siente abandonado por su país y apela al
mandatario norteamericano para que lo ayude a volver a su hogar.
Cuba
ha sugerido varias veces un canje de Alan Gross por los cuatro cubanos,
pero esta posibilidad ha sido descartada por EEUU, que exige su
liberación sin condiciones. La Voz de Rusia
comunicó por teléfono con el profesor Emilio Ichikawa, experto en
relaciones entre La Habana y Washington, quien compartió su punto de
vista sobre qué impide el intercambio de prisioneros:
–Creo
que el cambio no procedió porque esa decisión puede crear incomodidades
al presidente de EEUU, Barack Obama. Él ha tenido una reelección
bastante difícil, y la liberación de los cuatro cubanos le crearía
muchos problemas. Indudablemente, perderá el apoyo de la gran parte de
la población de la Florida, sobre todo de Miami. También hay que decir
que hay fuerzas en el Congreso que están dispuestos a obstaculizar la
vida del mandatario norteamericano.
Ha llegado la hora ya de intercambiar presos, concluyó al final de la entrevista Emilio Ichikawa:
–La
idea de intercambio de presos me parece bien. Gross ha pasado ya varios
años en prisión, así como los cubanos. Creo que todos han pagado
bastante ya por lo que las autoridades de ambos países les han imputado.
Hay un detalle que le crea mucha impopularidad, por lo menos en la
Florida, a este intercambio. A uno de los cuatro cubanos le imputan el
derribo de unas avionetas norteamericanas. Por su parte, Cuba asegura
que tiene suficientes pruebas que demuestran que es una imputación
falsa, y esas pruebas han sido entregadas al Gobierno estadounidense. Si
Washington lo reconoce, la opinión pública en EEUU estará lista para
aceptar ese canje.
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