Fachada de los beneficiarios de Manos Solidarias: el premio son migajas. |
Debía ser Radio Martí la encargada de dar a conocer un show mediático en el que se enmascara una nueva provocación anticubana. Un programa manejado por contrarrevolucionarios radicados en Miami, nombrado programa “Manos Solidarias”, prepara para diciembre, desde luego solo para los mercenarios USA y sus familias, el envío de libros, juegos de mesas y juguetes -no importa si son nuevos o usados en buenas condiciones-, para abastecer con estas "dádivas" a tres grupúsculos dirigidos por las Damas de Blanco en Cuba. Pero las intenciones no quedan solo allí: dicen recolectar ropa, utensillos y todo lo que se pueda desprender para ofrecérselo a un taller que tiene la mercenaria Sandra Guerra, en Mayabeque.
Como son artistas en eso de tumbar platica a los incautos, arguyen estar preparando un frugal almuerzo para los hijos de los contrarrevolucionarios por el Día de los Reyes Magos, el 6 de enero. Para lograr ese objetivo, Manos Solidarias 2013 ha puesto una página en Facebook y, obvio, abrieron una cuenta para depositar dinero.
Este grupo de estafadores realizó su Primer Encuentro y cena el pasado 25 de octubre en el
La Habana Vieja Restaurante (3622 Coral Way, Miami, FL 33145)
Tel. (305) 448-6660, con una donación mínima de 25 USD por persona y venta de camisetas con el logo de la organización por un valor de 30 USD. Si, hipotéticamente, asistieron 50 personas, se hubiera recaudado alrededor de 2 500 USD. ¿Cuesta eso un cake y y cinco pomos de refresco? Nada de eso, señores. El gasto fue de cerca de 30 CUC. El resto, como es de esperar fue a parar a manos de los organizadores y a Sandrita la cogetodo.
De todo esto surjen, con suspicacia una serie de preguntas: ¿Por qué solo les preocupan a ellos los hijos de los contrarrevolucionarios? ¿El resto de los niños cubanos, tan niños como los otros, no son motivo de su atención?
Ya el día 24 de noviembre formaron su show en la comunidad de Ojo de Agua, Mayabeque, donde les repartieron unos pocos refrescos y cake a cerca de una veintena de niños, nada menos que en casa de la mercenaria Sandra Guerra. ¿Y el resto del dinero? Desapareció por arte de magia.
Tal vez la respuesta detrás de esas aparentes buenas intenciones es que la gran mayoría de los niños y sus familias no tienen alma de limosneros. Siempre hemos agradecido la ayuda franca, sin exclusiones, pero no aceptamos aquella que se nos ofrece, ni se nos promete, con condicionamientos.
De esta forma, este nuevo show mediático, burdamente preparado en Miami, pasará sin repercusión alguna para todo nuestro pueblo. Nuestros niños el Día de Reyes comerán lo que puedan conseguirles sus padres con su sudor, pero con la dignidad de ser libres y no ser manipulados por gente sin escrúpulos.
Percy Francisco Alvarado Godoy
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