Una nave china no tripulada llegó hoy sábado a la Luna, informó la agencia oficial de noticias Xinhua,
en el primer "aterrizaje suave" en el satélite terrestre desde 1976,
sumándose a Estados Unidos y la antigua Unión Soviética en lograr esa
gesta.
La Chang'e 3, una sonda que lleva el nombre de la diosa
lunar en la mitología china, lleva con ella el vehículo propulsado por
energía solar Yutu, o "conejo de jade", que realizará algunos estudios
geológicos.
China se ha mostrado cada vez más ambiciosa a la hora
de desarrollar programas espaciales con fines militares, comerciales y
científicos a medida que adquiría relevancia como potencia económica y
política.
En la última misión espacial de China, en junio, tres
astronautas pasaron 15 días en órbita y se acoplaron a un laboratorio
espacial experimental, que forma parte del plan de Pekín de construir
una estación espacial para 2020.
A las 9:14 p.m. hora local, la
agencia oficial informó de que la nave había alunizado en la bahía de
Arcoiris, tras otear la superficie durante varios minutos para encontrar
un lugar adecuado. El suave aterrizaje no ha causado daños en la nave y
el equipo. En 2007, China puso otra sonda lunar en órbita, que luego
realizó un accidente controlado en su superficie.
La cadena China
Central Televisión (CCTV) emitió imágenes del lugar el sábado y un
ordenador generó una imagen de la nave en la superficie de la Luna en su
web. La nave y el vehículo se fotografiarán mutuamente mañana, según
las previsiones.
Se escogió la bahía de los Arcoiris porque aún
ha de estudiarse, tiene mucha luz del Sol y es adecuada para las
comunicaciones remotas con la Tierra, dijo Xinhua. El vehículo
estará controlado remotamente por centros de control chinos desde una
red de rastreo y desde estaciones de transmisión en todo el mundo
operados por la Agencia Espacial Europea.
Durante más de una
década, China ha ido modernizando su economía y desarrollando áreas
dominadas por Occidente, particularmente por Estados Unidos. El
alunizaje será visto como una muestra de la capacidad de China para
embarcarse en sofisticadas misiones espaciales con potencial de uso
dual.
China está desarrollando también sus propios sistemas de
satélite para competir con el sistema estadounidense GPS y ha vendido
satélites a otros países. La misión será motivo de orgullo nacional en
el país, que está viviendo difíciles transiciones económicas.
Tomado de http://www.lavanguardia.com
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