miércoles, 18 de junio de 2014

Acerca de los “millones” de Fidel Castro

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“Les desafío a que lo prueben. Y si lo prueban, no hace falta que preparen más planes ni transiciones ni tonterías de esas. Si prueban que yo tengo una cuenta en el exterior de 900 millones, de un millón, de 500.000 dólares, de 100.000, de 10 millones, de un dólar, yo renuncio al cargo y a las funciones que estoy desempeñando. Vean. Los desafío” (1).

Así se dirigía Fidel Castro en 2006 a los dueños de la revista estadounidense Forbes, que había incluido al líder cubano en su lista de multimillonarios mundiales. Fue un verdadero patinazo para la revista que, al no poder presentar la menor prueba, hizo el silencio. Eso sí, ya no volvió a incluir al mandatario cubano en su lista anual (2).

Ocho años después, el mismo mensaje vuelve con fuerza en una nueva campaña de desprestigio. Hace unos días, leíamos en decenas de diarios titulares como “La vida de lujos de Fidel Castro en Cuba queda al descubierto” (3) o “Fidel, una vida de maharajá” (4), para promocionar el libro “La vida oculta de Fidel Castro”, que recoge las acusaciones de Juan Reinaldo Sánchez, exmiembro del equipo de seguridad de Fidel, y quien fuera sancionado a comienzos de los años 90.

El libro sostiene que el líder cubano “tiene islas, yates y mansiones”. “La historia que ningún idealista quiere escuchar –leemos-: el “paraíso socialista” está gobernado por hombres que viven con lujos inimaginables para muchos líderes de países capitalistas” (5).

En este enésimo intento de ensuciar la imagen de Fidel Castro, los embustes son clamorosos. Nos dice que “el expresidente cubano vive en la isla privada de Cayo Piedra” (6). Falso: esta es una casa del estado cubano, destinada durante años a la recepción de personalidades políticas, especialmente de EEUU, a quienes por discreción y para evitar las sanciones del bloqueo, no era conveniente recibir en la Isla de Cuba. En cualquier caso, una propiedad del estado cubano, no de Fidel Castro.

Es exactamente el mismo argumento de la revista Forbes que, al reconocer que “la estimación de estas fortunas es un asunto muy complicado”, decidió -con total descaro- asignar a Fidel un porcentaje del producto interior bruto del país como propiedad suya (7).

El libro sostiene también que Fidel tiene “una veintena (de residencias) en Cuba” (8). Falso: el mandatario, a lo largo de 6 décadas, ha cambiado tres veces de domicilio, que siempre ha sido uno. En el actual reside, desde hace varias décadas, con su esposa, varios hijos y nietos. Las supuestas veinte residencias serían, a lo sumo, las casas de protocolo del Estado cubano para recibir a invitados internacionales.

Recordemos un show similar que, hace unos años, protagonizara Dashiell Torralba, expareja sentimental de uno de los hijos de Fidel (9). Curiosamente, el video que mostró en la televisión de Miami, con imágenes de la residencia del mandatario, causaron una notable decepción en la audiencia: lejos de visibilizar sus “lujos”, mostraron la sencillez de sus condiciones de vida.

Reinaldo Sánchez asegura en el libro que, entre las propiedades de Fidel, estaría “un lujoso yate”. La única fotografía que aporta –eso sí- es una del mandatario en un pequeño bote artesanal de pesca, una de sus bien conocidas aficiones (10). Otra prueba de ostentación sería que Fidel solía “trasladarse en un Mercedez-Benz” (11). Cierto. Este automóvil puede contemplarse en la película “Comandante”, de Oliver Stone: un vehículo blindado de modelo antiguo y gama baja, absolutamente funcional y sin apenas elementos de confort (12).

Pero hay medios que agrandan el esperpento con sus propios resbalones. El diario español “El Mundo” aseguraba que Reinaldo Sánchez “combatió junto a Castro en la Sierra Maestra” (13). Increíble: porque, al tener actualmente 65 años, en la época de la guerrilla cubana esta persona tendría ¡9 años! El diario, además, lo presenta como “el escolta favorito de Castro durante 17 años”. Un nuevo embuste: esta persona fue uno más de un amplio equipo de seguridad, que fue rotando por funciones tan diversas como la seguridad del Presidente, los llamado “grupos operativos” o la escolta de familiares. Pero de ninguna manera fue su “escolta favorito”.

Los disparates de este personaje son clamorosos: que Fidel “dirigía operaciones de cocaína”; que “guardaba cientos de diamantes en una caja de cigarros” ya que “tenía la mentalidad de un pirata del Caribe”; o que “quiso convencer (…) al escritor Gabriel García Márquez (…) para que se lanzase con su apoyo a tomar el poder en Colombia”.

Para adornar el cuento, endosa al líder cubano excentricidades de toda índole. Algunas son disparates. Pero entre las “extravagancias” incluye también que “el ex mandatario se mueve siempre con una escolta de diez custodios” (14). Curiosa “extravagancia” la seguridad de un líder mundial que ha sufrido la friolera de 634 atentados con sello de la CIA y de los grupos de ultraderecha de Miami (15).

El 15 de mayo de 2006, Fidel Castro desafiaba también al presidente de EEUU: “Tengo el honor de poder decir que no poseo ni cuento en mi haber con un solo dólar. (…) Toda mi fortuna, señor Bush, cabe en el bolsillo de su camisa. Desafío (…) a la CIA, a los 33 organismos de inteligencia de Estados Unidos, a los miles de bancos que hay en el mundo (…) a que prueben que tengo aunque sea un solo dólar” (16). Hoy, cuando vuelven campañas de desprestigio como esta, sus palabras siguen esperando respuesta.

 José Manzaneda*


(1) Mesa Redonda Informativa, Cubavisión, La Habana, 15 de mayo de 2006.
(4) El Correo, edición en papel, 24 de mayo de 2014, página 74.
(10) El Correo, edición en papel, 24 de mayo de 2014, página 74.

Nota del administrador:

Sin desmentir al amigo Manzaneda, puedo ratificar que Fidel tiene millones, pero no en dineros o riquezas materiales. Tiene millones de cubanos -incluidos ciudadanos de todo el mundo-, que lo admiran y le respetan.

Fidel es millonario en amor, en seguidores de sus ideas y, sobre todo, en camaradas de lucha por un mundo mejor.

Esa es su suerte y su única riqueza. 

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