El Pentágono sostiene que el Estado Islámico envía un mensaje a
EE.UU. vistiendo a todos su rehenes ejecutados de color naranja, que es
el color característico de los presos de Guantánamo.
Este ha sido el caso de Muad al Kasaesbe, el piloto
jordano quemado vivo a comienzos del pasado enero y los dos rehenes
japoneses decapitados, quienes portaban un uniforme de color naranja
similar al utilizado por los primeros hombres encarcelados en Guantánamo en el 2002 y que actualmente está reservado a ciertos presos rebeldes.
No en vano, en las últimas semana Guantánamo se ha convertido en un asunto polémico entre EE.UU. y Cuba. La semana pasada el presidente cubano Raúl Castro exigió
a EE.UU. que devolviera el territorio de Guantánamo durante su
intervención en la III Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). EE.UU. respondió que no
contempla la devolución.
Tomado de https://www.moreloshabla.com
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