Para entender qué tan nocivo o beneficioso puede ser utilizar Facebook
con asiduidad, habría que comenzar por preguntarse ¿para qué usamos la
red social? Algunos podrán decir que recurren a ella para entretenerse
en sus ratos de ocio jugando un juego, otros dirán que para estar en
contacto con amigos y familiares, y muchos confesarán que mediante Facebook
realizan tareas de espionaje. No necesariamente se tiene que pertenecer
a un grupo u otro, pues se puede hacer todo al mismo tiempo. El
problema surge cuando las intenciones principales son espiar y hurgar en la vida de otros. Esta actitud, según un reciente estudio, puede provocar envidia, y con ella, surgirán los síntomas de depresión por aquello que otros alcanzaron y uno mismo no lo logró.
De este modo, los investigadores
encontraron que durante esta tarea seudodetectivesca a la que se le
dedica todo el tiempo de navegación, los usuarios llegan a sentir
envidia por los logros y éxitos que otros usuarios
hacen públicos en sus perfiles. Como consecuencia directa aparecen
síntomas de depresión como decaimiento, sensación de fracaso, o tristeza
por lo que se cree nunca se obtendrá. Como contrapartida, quienes hacen
un uso positivo de la red social, es decir que la usan para
reencontrarse con viejos conocidos, vincularse con amigos y familiares,
compartir sus propios intereses y comunicarse, experimentan sensaciones
de placer. De acuerdo al estudio realizado a partir de encuestas, el
grupo más afectado es el de los jóvenes adultos.
El sostén lingüístico. Seguramente, a esta altura muchos ya habrán escuchado y hasta utilizado el verboide en infinitivo "stalkear". Se trata de un nueva palabra que vino a incorporarse al español pero que proviene del inglés to stalk (espiar, acosar). Stalkear
no es otra cosa que espiar a otra persona a través de internet,
revisando constantemente sus actualizaciones, novedades, actividades,
etc. Ahora ya saben, quienes stalkean, son más propensos a sufrir de emociones negativas.
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