Marco Rubio en su campaña |
Parodiando una película policiaca, el senador de la Florida, Marco Rubio, dice haber recibico "una amenaza
suficientemente creíble" para recibir protección de la policía en Washington,
D.C., así como en su casa de West Miami. Nadie, empero, ha abierto la boca para confirmar seriamente la posibilidad de una agresión contra su vida, lo que no hace otra cosa que hacernos pensar en una maniobra publicitaria del delfín republicano.
Lo cierto es que Rubio, aspirante a la vicepresidencia de Estados Unidos, en una fórmula con Rommey, no anda en buenos pasos. Lo primero que le afectó fue que el The Washington Post sacara del armario al mismo como un mentiroso, Descaradamente dijo ser hijo de "exiliados" anticastristas, cuando en realidad sus padres ya vivían en EE UU desde 1956 aproximadamente. Y, por supuesto, el globo se le desinfló ante todo el mundo.
Esto, obviamente, nos hace pensar que resulta difícil creer a quien ha mentido descaradamente a sus electores, con la sola finalidad de ganarse el voto de los cubanos residentes en Estados Unidos, sobre todo de los mafiosos de ultraderecha.
Lo cierto es que su anhelo bien guardado para ser vicepresidente le hizo meter la pata, cuando aún no se ha determinado si realmente será el escogido. Luego de guataquear (adular) a Rommey en una entrevista difundida en el programa “State of the Union”, de la cadena CNN, declarando que éste "hara una gran selección" al elegir a su pareja de dupla, pareció ignorar que hay otros candidatos como el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie; el senador por Ohio, Rob
Portman; así como la gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez. Cometiendo una bochornoso lapsus, una semana antes, dijo: "“si lo hago bien los próximos
años como vicepresidente... perdón, como senador”, y entonces calló al percatarse de su metedura de pata, la cual lo dejó ante todos como un ambicioso empedernido.
En un discurso ante la Red de Liderazgo Hispano (HLN), avivando la idea a los presentes de que será el próximo nominado a la vicepresidencia, trató de suavizar la frágil reputación del discurso republicano ante los votantes hispanos
del país, vendiéndose como defensor de la idea de promover un partido pro inmigración legal. Hipócrita, intentó deslindarse de las posiciones antiinmigrantes de su partido, escondiendo que se opone al Dream Act, el cual concede una vía de legalización para
jóvenes indocumentados que prosigan estudios universitarios o se
enlisten en las Fuerzas Armadas. Sorprendido vio cómo dos jóvenes interrumpieron su discurso y levantaron una pancarta acusatoria, en la que se leía: "Marco Rubio: ¿Latino or Tea Partino?". Mientras tanto, en las afueras del lugar, una avioneta desplegaba una enorme tela que decía: "Hey Marco, No somos
rubios!" El delfín, con una seña imperceptible, envió a seguridad a expulsar a los jóvenes, mientras los "felicitó" por su valentía.
De todas maneras, no pudo esconder que es un acérrimo defensor de Tea Partý, de la posiciones contra el Dream Act y contra la reforma migratoria integral. Cavernícola de marras, no engañó a sus conciudadanos. Decenas de estudiantes indocumentados en Arizona y La Florida, repudiaron a Rubio por su posiciones el pasado 1 de marzo del 2012.
Un tiempo antes, en marzo de 2010, otro escándalo opacó la percepción de Marco Rubio por parte de sus conciudadanos: fue cuestionado por sus gastos excesivos, supuesta
evasión de impuestos y presunto uso del dinero del Partido Republicano
para fines privados. El dinero de sus contribuyentes fue usado para comelatas y otros disfrutes por su parte y por su esposa. De hecho, no escapó a las sospechas de ser un corrupto, gastando más de 110 000 USD en vinos, pasajes de avión y otros lujos.
Las posiciones públicas anticubanas de Marco Rubio no son desconocidas. Se sabe que fue uno de los fervientes opositores a la participación de la Isla en la VI Cumbre de las Américas, recientemente celebrada en Cartagena de Indias. Allí, en esa ciudad, fustigó abiertamente a los mandatarios que promovían la inclusión de Cuba en las mismas. Ha sido, igualmente, uno de los mayores críticos del papel de la Iglesia en Cuba, tildándola de instrumento del gobierno.
Respondiendo a los intereses de los sufragadores de sus campañas, entre ellos el US-Cuba Democracy PAC, uno de los comités de acción política dirigido a promover la política estadounidense contra nuestra Patria, Marcos Rubio ha actuado según los dictados de sus financistas, de acuerdo con el Center for Responsive Politics.
El senador de la mafia anticubana se ha declarado abiertamente a favor del bloqueo contra Cuba y ha abogado, empero, por el empleo de Internet para subvertir el orden constitucional dentro de nuestra Patria, tal como lo señaló en un evento organizado por
“Heritage Foundation” y “Google Ideas” para discutir cómo Internet
podía "ayudar" a los cubanos.
Sin embargo, no son estos defectos los que hacen solamente cuestionable a Marco Rubio dentro de la política norteamericana. Varias fuentes anónimas, nos han hecho llegar que este señorito, al igual que el corrupto David Rivera, andan fabricando peligrosas conspiraciones anticubanas, dando luz verde a terroristas de la calaña de Luis Posada Carilles, Santiago Álvarez Fernández-Magriñá, Reynol Rodríguez, Roberto Martín Pérez y otros, en franco espaldarazo, junto a Lincoln Díaz Balart, para preparar acciones terroristas contra Cuba.
Marco Rubio fue uno de los destacados miembros que apoyó al Fondo Legal de Luis Posada Carriles, propiciando grandes sumas de dinero para financiar a la defensa del afamado terrorista. Ese fue el punto de partida de sus estrechas relaciones.
Aunque Rubio y Rivera han coincidido públicamente con estos criminales en varios eventos públicos, también han tenido reuniones privadas en más de una oportunidad, guardando una extrema compartimentación. En las mismas han establecido varias formas para apoyar la actividad aparentemente pacífica de varios grupúsculos de la contrarrevolución interna, pero han oído sobre algunos planes terroristas que los mismos están planificando, sin haberlos denunciado al señor John Gillies, jefe del Buró del FBI en Miami. En estos casos, el que calla, otorga, y Posada Carriles lo ha visto como una "luz verde" por parte de los mismos. Esto lo convierte, de hecho, en patrocinador de terroristas.
La cuestión esencial es que el supuesto peligro que dice correr Marco Rubio puede ser otro de sus tantos inventos o parte del riesgo de codearse con criminales. Él sabe que Posada le sabe y está asustado por ello. Una de las tantas imprudencias de Posada, amante del chantaje, puede poner en peligro su carrera política y sus sueños vicepresidenciables pueden irse a bolina si se desta un escándalo.
¿Por qué, me pregunto, los reporteros estrellas del Washington Post o de The New York Times no han descubierto estos vínculos secretos de Rivera, los Díaz Balart y Marco Rubio con Posada Carriles? ¿Por qué no han descubierto su implicación en planes violentos que se están gestando, ahora mismo, en las sombras de una siniestra conspiración? ¿Por qué senadores norteamericanos se disponen a violar impunemente la Ley de Neutralidad de los Estados Unidos?
Percy Francisco Alvarado Godoy.
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