En estos días la prensa rusa destacó el profundo malestar que produjo
en Israel la publicación en medios de prensa de Estados Unidos de los
materiales que desvelaron presuntos acuerdos secretos pactados por
Israel con Azerbaiyán para atacar Irán.
Según un análisis publicado por la revista Foreing Policy, si Israel
utiliza aeródromos en Azerbaiyán podrá emprender por su cuenta y riesgo
una operación para destruir las instalaciones militares de Irán,
demostrando con esto su supremacía bélica en la zona, sin depender en
absoluto de EEUU.
Elaborado por el experto en Oriente Medio, Mark Perry, el análisis
concluye que ahora los militares israelíes ya no ven tan descabellados
los planes de su gobierno de atacar objetivos iraníes y solucionar de
una vez el problema del programa nuclear del país persa.
El pesimismo inicial de los estrategas israelíes son los 1.500
kilómetros que separan Israel de Irán, porque una vez que sus aviones
ataquen el territorio iraní, sencillamente se quedarán sin el
combustible necesario para regresar a sus bases.
Teniendo en cuenta las posibilidades de la fuerza aérea israelí, los
aviones atacantes deberán repostar varias veces en vuelo con ayuda de
aviones cisterna que a su vez, necesitarán ser escoltados por cazas
interceptores que los defiendan de la aviación iraní.
En estas condiciones, el abastecimiento de combustible en vuelo para
aviones de ataque y para los cazas de escolta se convierte en una tarea
complicada porque la escuadrilla de aviones cisterna no dará abasto para
tantos aparatos en vuelo simultáneo, lo que complica el éxito de la
operación y multiplica el riesgo de pérdidas considerables en aviones y
pilotos.
Pero si a la operación se añaden los aeródromos azerbaiyanos, la
situación cambia de raíz, porque los aviones de ataque pueden repostar
en vuelo durante el viaje hacia Irán, cumplir su misión en el territorio
iraní, y transcurridos unos diez minutos, aterrizar en las pistas
azerbaiyanas, recargar los depósitos y regresar a sus bases.
Desde esos aeródromos también pueden despegar grupos de aviación de
rescate para evacuar a los posibles pilotos israelíes abatidos en el
territorio iraní o en el territorio de países vecinos, lo que aumenta la
fiabilidad de la operación que para los pilotos ya no parecerá una
“misión suicida”.
Al explicar las posibilidades de que Bakú decida apoyar la aventura
bélica de Tel Aviv, el experto expuso factores que indican que el
gobierno azerbaiyano tiene más argumentos a favor de ayudar a su vecino,
a pesar del muy probable rechazo de Washington y Moscú que en estas
circunstancias, estarán en contra de la alianza azerbaiyano-israelí.
A favor de esta alianza juega el aspecto geográfico, Azerbaiyán
comparte fronteras con Irán y desde los tiempos soviéticos cuenta con
una amplia red de aeródromos militares precisamente a todo lo largo de
la frontera iraní, para los estrategas israelíes, otro lugar más
adecuado para aterrizar y repostar aviones sencillamente no existe.
Otro elemento de peso es que Israel es el segundo comprador del crudo
azerbaiyano, y lo más importante, es un cliente influyente que no
depende de Rusia que controla muchos aspectos del mercado de
hidrocarburos, especialmente en la zona del mar Negro y mar Caspio,
donde pasan las principales rutas de gas y petróleo, en esa zona de
Eurasia.
En la búsqueda de contrapesos para contrarrestar la influencia y
dependencia de Rusia, es un hecho de que Azerbaiyán apostó por Israel
como socio fiable para desarrollar una política económica, diplomática y
de defensa autónoma.
En 2011 ambos países suscribieron acuerdos para la fabricación en
plantas en el territorio azerbaiyano de aviones sin piloto israelíes y
en el marco de otros convenios el presente año Israel suministrará a
Azerbaiyán aviones sin piloto y sistemas de defensa antiaérea por un
monto de 1.600 millones de dólares.
Según cartas de diplomáticos estadounidenses fechadas en 2009 y
publicadas por Wikileaks, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev
comparó la cooperación de su país con Israel con un iceberg, “con el 90
por ciento oculto bajo el agua”, en alusión a que la mayor parte de las
relaciones descansan en acuerdos sin firma y pactados en base a la
confianza mutua.
Por su parte, la prensa rusa destacó el paulatino enfriamiento de las
relaciones entre Irán y Azerbaiyán, especialmente después de las
denuncias hechas por Teherán de que Bakú proporcionó ayuda a los
supuestos terroristas responsables del asesinato de científicos iraníes.
Además, en la prensa azerbaiyana son frecuentes los materiales que
denuncian las precarias condiciones de vida, supuesta discriminación y
represión contra la población iraní de origen azerbaiyano que asciende a
16 millones de personas.
Entre tanto, los expertos rusos difieren al valorar la posibilidad de
que Bakú acepte apoyar los planes de Israel para atacar Irán, a pesar
de que las autoridades azerbaiyanas oficialmente ya declararon que no
autorizarán el uso de su territorio en acciones bélicas contra Irán.
Expertos rusos consideran que Aliev prepara un arriesgado juego
diplomático con malabarismos retóricos al autorizar el aterrizaje en su
territorio de aviones después de atacar a Irán.
En este caso, Bakú puede argumentar que no permitió una acción
“contra Irán”, pero si una “a favor de Israel”, intentando demostrar que
no es lo mismo.
Otros expertos en cambio, suponen que Azerbaiyán dilatará el asunto y
no se atreverá a contrariar a EEUU ni a Rusia, sobre todo cuando se
sabe que el nuevo inquilino del Kremlin es Vladimir Putin que sabe
utilizar hábilmente los resortes de influencia que tiene Rusia en el
espacio postsoviético.
No hay comentarios:
Publicar un comentario