Un escenario común para policías y servicios de emergencias es el hecho de tener que entrar en un edificio y no saber qué les espera en su interior.
Podría ser un hombre armado o estructuras destrozadas por los efectos
de un terremoto. Pero una bola del tamaño de una pelota de tenis,
diseñada por la firma estadounidense Bounce, podría ser la respuesta.
El artilugio cuenta con seis cámaras que envían instantáneamente una fotografía de 360º a un teléfono móvil. Sin embargo, expertos en robótica afirman que esta tecnología podría suponer un riesgo para la privacidad.
Tecnología "diferente"
El fundador de Bounce, Francisco Aguilar, dice que el aparato podría tener muchos usos.
"La búsqueda y rescate tras un terremoto requiere actualmente equipos
especializados con equipos costosos y sofisticados", explicó. "Pero
esperamos que con nuestra tecnología pueda extenderse a voluntarios con
unidades de bajo costo que puedan lanzarse en baches o espacios
colapsados en búsqueda de víctimas".
La tecnología es todavía un prototipo, pero esta bola-espía ha sido catalogada como uno de los mejores inventos del 2012 por la revista Time.
La empresa con sede en Boston no es la primera que intenta desarrollar
una cámara con forma de bola; investigadores de todo el mundo han estado
tratando de hacer algo similar durante años.
Por ejemplo, en la década de los 90, científicos de la Universidad de
Columbia en Estados Unidos desarrollaron cámaras de 360 grados para ser
usadas en ubicaciones remotas, pero para funcionar tenían que ser
acopladas a robots. En 2008, la compañía escocesa Dreampact anunció que
se estaba trabajando en una esfera autónoma con lentes de ojo de pez,
que podría ser disparada con un lanzagranadas. No obstante, el proyecto
se abandonó.
Otros planes han sido más exitosos, pero Bounce Imaging dice que estas tecnologías normalmente se venden por más de 5.000 dólares la pieza
(3.930 euros) y son más incómodas. "La clave del diseño es facilitar el
uso y a un bajo costo, menos que sistemas robóticos relativamente caros
o alternativas de fibra óptica que son demasiado costosas, específicas y
complejas", dijo Aguilar a la BBC.
También añadió que aparatos similares requiren de un operador para
manejar la unidad y los datos, pero la tecnología de Bounce Imaging se
construyó con la idea de que uno pueda "lanzar y olvidar". "Una vez que
se tira la bola, envía cualquier imagen y dato que recopile al móvil o tableta con una aplicación fácil de usar", explicó.
¿Un arma para paparazzis?
La empresa dice haber recibido ya varias llamadas de la policía, el
cuerpo de bomberos, así como unidades de inspección de minas, "incluso
fotografos de naturaleza que quieren ver dentro de los agujeros que
cavan animales". Además, según indicaron la unidad tiene espacio para
otro tipo de sensores, por ejemplo, sensores de humo y temperatura, que sería útil para un cuerpo de bomberos, y de metano o polvo de carbón, en el caso de las minas. Así que la bola puede enviar de vuelta datos adicionales junto con las imágenes, apunta Aguilar.
Pero más allá de ser una herramienta útil en situaciones de rescate,
algunos alertan de lo que esta tecnología puede implicar en otras áreas,
como por ejemplo el espionaje o la prensa sensacionalista. Noel
Sharkey, experto en inteligencia artificial y profesor de robótica en la
Universidad de Sheffield, dice que aunque la bola podría ser una
tecnología "brillante desde un punto de vista fotográfico, podría suponer una intrusión en nuestra privacidad".
"Puedes tirarla donde sea, por ejemplo, en el jardín de alguien, y
serías capaz de ver todo lo que pasa. No difiere mucho del uso de
aviones no tripulados excepto en que es mucho más inmediato".
Tomado de http://noticias.terra.es
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