El Gobierno cubano ha entregado a la Sección
de Intereses de los Estados Unidos en La Habana informes médicos que
acreditan que el contratista norteamericano Alan Gross, condenado a 15
años de prisión por espionaje, no sufre cáncer, como habían llegado a
apuntar desde su entorno.
El abogado y la familia de Gross habían alertado de una "masa"
sospechosa en el hombro que, de ser cancerosa, no estaría siendo tratada
adecuadamente. Las autoridades cubanas han respondido a las críticas
examinando al contratista e informando de los resultados de estos
análisis a Washington.
El Ministerio de Exteriores de Cuba ha explicado este miércoles en
un comunicado que el pasado martes el Gobierno organizó una reunión
entre los médicos que atienden a Gross y representantes de la Sección de
Intereses estadounidenses, para entregarles una información que también
han remitido a la mujer del contratista y al Departamento de Estado de
Estados Unidos.
En este encuentro, los médicos cubanos entregaron "información
actualizada" sobre la salud del contratista, que cumple una condena de
15 años por introducir equipos de comunicación por satélite en la isla.
Estos documentos incluían los resultados de una biopsia realizada el
pasado 24 de octubre en la "lesión que presenta detrás de su hombro
derecho" y que, a la vista de los resultados, "no es cancerígena".
Así, la biopsia ha determinado que esta "lesión" está formada "por
células musculares aisladas y áreas extensas de hematíes" que podrían
proceder de un hematoma.
La Habana ha alegado que si los médicos no realizaron antes esta
prueba fue porque "el señor Gross se negaba", en respuesta a quienes,
desde el entorno del detenido, han acusado a las autoridades cubanas de
negligencia. El Ministerio de Exteriores ha subrayado en su nota que
Gross "recibe tratamiento adecuado para los padecimientos que presenta",
entre los cuales ha citado algunos crónicos y "típicos de su edad" que
ya tenía antes de ser detenido.
Para demostrar la supuesta desatención de Cuba, la familia del
preso también había denunciado que Gross ha perdido casi 50 kilos desde
que fue encarcelado, en 2009.
El Ministerio de Exteriores cubano ha matizado que "su peso es
normal" y ha atribuido su adelgazamiento a los ejercicios que realiza de
forma "voluntaria" y a la dieta que sigue. Gracias a estas medidas, ha
añadido La Habana, se ha eliminado "su anterior condición de obesidad".
EL CASO GROSS
Gross, de 63 años de edad, fue detenido en diciembre de 2009 en La
Habana cuando estaba trabajando para la Agencia para el Desarrollo
Internacional de Estados Unidos (USAID) con el fin de facilitar el
acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba. Viajó hasta en cinco
ocasiones cuando estaba subcontratado a través de la DAI.
Tras permanecer dos años en prisión preventiva, en marzo de 2011
fue condenado a 15 años de cárcel por llevar a cabo "actos contra la
independencia o la integridad del Estado cubano", por introducir equipos
de comunicación por satélite en el país, algo prohibido por las
autoridades cubanas.
La posibilidad del diálogo bilateral permanece en el aire,
principalmente, porque La Habana pretende llevar a la mesa de
negociaciones el caso de los cinco agentes de los servicios de
Inteligencia detenidos en 1998 en Estados Unidos y condenados en 2001
por espionaje, para proponer un canje de presos.
'Los cinco' son considerados unos héroes en Cuba, porque se les
atribuye la infiltración en redes terroristas cubano-estadounidenses
para evitar atentados en la isla caribeña. Sin embargo, en Estados
Unidos son considerados espías que pretendían atentar en suelo
norteamericano.
El caso Gross puso fin a un breve periodo de distensión en las
relaciones bilaterales, propiciado por la llegada a la Casa Blanca de
Barack Obama, que flexibilizó el embargo comercial impuesto a la isla
desde hace más de medio siglo al permitir que los cubano-estadounidenses
puedan viajar libremente y enviar remesas a su país.
EUROPA PRESS http://www.europapress.es
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